Dormir es una actividad biológica fundamental para la salud física y mental.

No es un mito ni una pérdida de tiempo, dormir es fundamental para el desarrollo y funcionamiento del cerebro.

Lo normal en un ser humano es que dedique a dormir entre 7 y 8 horas del día.

¿Y CUÁNTO DEBO DORMIR?

Las necesidades de sueño varían dependiendo de la edad y otras características de los individuos, pero existen unas directrices generales:

· PARA NIÑOS ENTRE 6 Y 13 AÑOS, lo ideal es dedicarle entre 9 y 11 horas al sueño.

· LOS ADOLESCENTES HASTA LOS 17, deberían dormir alrededor de 10 horas.

· PARA ADULTOS JÓVENES, se recomienda entre 7 y 9 horas al día, y no bajar de 6 ni superar las 11.

· LOS ADULTOS ENTRE 26 Y 64 AÑOS deben dedicarle entre 7 y 9 horas, y los mayores de 65, entre 7 y 8.

RESTAURAS EL CEREBRO

Mientras dormimos se consolida lo aprendido, los recuerdos y se restaura el cerebro.

Además, recientemente se ha descubierto que las células microglías, importantes para la reorganización de las células nerviosas, la lucha contra las infecciones y la reparación del daño, también están activas mientras dormimos, según publicó la revista Nature Neuroscience.

MEJORAS TU SALUD

Investigadores del Colegio de Medicina de Pensilvania, Estados Unidos, publicaron en la revista de la American Heart Association, un trabajo sobre la relación entre la falta de sueño y algunas enfermedades crónicas, como la presión arterial alta o la diabetes.

En las conclusiones expusieron que, para las personas aquejadas de estas dolencias, dormir menos de 6 horas puede llevarlas a un desenlace fatal: tenían el doble de probabilidades de morir por enfermedad cardíaca o por accidente cerebrovascular.

También aseguraron que los enfermos aquejados de daños de corazón o de accidentes cerebrovasculares tenían tres veces más probabilidades de morir de cáncer si tenían un sueño deficiente, por debajo de las 6 horas.

SOÑAR TE IMPULSA

“Hay un tiempo que debemos dormir, de 7 horas como mínimo, pero también es importantísimo el soñar, nos ayuda a resolver problemas, a ser creativos y el sueño es una de las etapas del dormir que nos lleva a esta restauración neuronal y que el cerebro lo requiere, por lo tanto es importante soñar”, explicó el doctor Reyes Haro Valencia, especialista en neurofisiología.

QUÉDATE EN TU PESO

Dormir mal provoca un desequilibrio en las hormonas que regulan la saciedad y el apetito aumentando el riesgo de alcanzar sobrepeso y obesidad.

Para poder tener un descanso inmediato es conveniente haber consumido alimentos que aporten carbohidratos con proteínas.

Precisamente, las proteínas tienen un aminoácido que ayuda a la estimulación del sueño llamado triptófano. Éste se encuentra en altas cantidades en yogurt, leche, avena, plátano, dátiles, pollo, huevo y cacahuate.

Sin embargo, este aminoácido se asimila mucho mejor si se acompaña con porciones de carbohidratos.