La invasión de Rusia a Ucrania y la prohibición de Estados Unidos a las importaciones de gas y petróleo rusos como parte de sus sanciones, ha generado especulación sobre un posible acercamiento entre Washington y Venezuela para el suministro de crudo.

La semana pasada, una delegación de funcionarios de alto nivel se reunió en Caracas con el Presidente venezolano, Nicolás Maduro, para discutir una eventual relajación de las sanciones al país latinoamericano, según los reportes de medios estadounidenses.

Mientras que el Gobierno venezolano liberó esta semana a dos estadounidenses que estaban arrestados, un paso considerado por el Secretario de Estado de EU, Antony Blinken, como “importante” y “positivo”, lo que elevó los rumores sobre un posible acuerdo entre Caracas y Washington.

Esto es lo que sabemos del tema.

¿POR QUÉ SE HABLA DE ESTO?

El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prohibió el martes las importaciones estadounidenses de petróleo ruso en represalia por la invasión a Ucrania.

Estados Unidos importa una pequeña cantidad de crudo de Rusia. En 2021, aproximadamente el 8 por ciento de las importaciones estadounidenses de petróleo y productos petrolíferos procedieron de Rusia.

Sin embargo, EU estaría buscando que alguien más tome el papel de Rusia para ayudar a compensar la interrupción de las exportaciones.

Funcionarios estadounidenses se reunieron el sábado con Nicolás Maduro en Caracas para las primeras conversaciones bilaterales en años. Venezuela ha estado bajo sanciones petroleras de Estados Unidos desde 2019 y ahora podría retomar rutas para su crudo si se levantaran esas restricciones.

El encuentro bilateral se produce cuando el salvavidas financiero que tiene Caracas en Rusia se desgasta bajo las sanciones a Moscú, golpeando especialmente las cuentas de Venezuela en bancos rusos que han sido añadidos a la lista negra de Washington.

¿CUÁL SERÍA EL PLAN?

Según Reuters, los funcionarios estadounidenses que se reunieron con Maduro exigieron que al menos una parte de las exportaciones petroleras que se podrían autorizar como exención a las sanciones sobre el país socio de la OPEP sean enviadas a EU.

Durante la reunión del sábado se avanzó poco después de que las partes presentaran demandas “maximalistas”, incluidas las principales que el líder opositor Juan Guaidó ha puesto sobre la mesa en diálogos anteriores: elecciones presidenciales libres y transparentes, así como la liberación de todos los presos políticos.

Maduro, por su parte, solicitó el levantamiento de todas las sanciones.

Pero en esta reunión, las primeras conversaciones bilaterales de alto nivel en años, se discutieron medidas inmediatas más prácticas para el sector petrolero.

Entre esas medidas están: permitir que el petróleo venezolano regrese a mercados de consumo afectados por las interrupciones del suministro ruso, crear una alternativa temporal para que PDVSA, la petrolera estatal venezolana, pueda usar el sistema SWIFT para transferencias bancarias internacionales y la liberación de al menos dos de nueve prisioneros estadounidenses.

Chevron Corp, el último productor de petróleo estadounidense que aún opera en Venezuela, podría ser el primer beneficiario si se llega a un acuerdo con la Administración de Maduro. A Chevron se le ha prohibido enviar petróleo venezolano desde sus empresas conjuntas desde 2020 y ha presionado para anular la prohibición.

¿Y LA OPOSICIÓN VENEZOLANA?

Tras hacerse público el acercamiento entre funcionarios del Gobierno del Presidente Joe Biden y Nicolás Maduro, el líder de la Oposición venezolana, Juan Guaidó, dijo que el levantamiento de las sanciones por parte de EU debe condicionarse a “avances reales” hacia una transición democrática.

De lo contrario, advirtió Guaidó en un comunicado este miércoles, se “fortalecería el autoritarismo que hoy amenaza al mundo”.

Si se levantan las sanciones y el Gobierno de Maduro puede reiniciar su industria petrolera, esto conduciría al “financiamiento y fortalecimiento” de la “dictadura”, sentenció.

Cualquier levantamiento de sanciones debe estar condicionado a un avance real hacia la transición a la democracia y la libertad en Venezuela, y debe traducirse en soluciones directas para la vida de los venezolanos”.