El domingo, la Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó un estado de excepción de 30 días luego de una ola de asesinatos no vista en años en la nación centroamericana, una de las zonas más violentas del mundo.

El Presidente salvadoreño, Nayib Bukele, solicitó la medida después de que en dos días se registraran 76 asesinatos atribuidos a las pandillas: 14 homicidios el viernes y 62 el sábado, lo que lo convirtió en el día más violento del año.

Explicamos lo que está sucediendo en El Salvador.

¿QUÉ IMPLICA EL ESTADO DE EXCEPCIÓN?

El estado de excepción, solicitado por el Presidente y aprobado por el Congreso, limita la libertad de asociación, suspende el derecho de una persona detenida a ser debidamente informada de sus derechos y razones del arresto, así como a la asistencia de un abogado en el proceso.

Además amplía de 72 horas a 15 días el plazo de detención administrativa y permite a las autoridades intervenir la correspondencia y celulares de quienes consideren sospechosos.

La suspensión de garantías constitucionales no afecta a la libertad de expresión o libre circulación. La medida durará 30 días, aunque se podrá extender por otro mes si continúan las circunstancias que la motivaron.

¿A QUÉ SE DEBE EL REPUNTE DE VIOLENCIA?

El Salvador ha sido durante mucho tiempo uno de los países más violentos del mundo, pero ha estado relativamente tranquilo desde que Bukele asumió el cargo hace casi tres años, lo cual es una de las razones de sus altos índices de aprobación.

El medio digital El Faro, uno de los más importantes de El Salvador, reportó el año pasado que funcionarios del Gobierno negociaron en secreto con las pandillas un acuerdo para reducir la violencia. En diciembre, las autoridades de Estados Unidos se adhirieron a esta versión, aunque el Presidente Bukele lo niega.

Óscar Martínez, periodista de El Faro y quien ha cubierto la violencia en el país por varios años, escribió en el diario El País que no encuentra “ningún escenario” en el que dichas negociaciones no tengan un rol “determinante” en la actual escalada de violencia.

Según él, los gobiernos salvadoreños han negociado con las pandillas al menos desde 2012 y, cuando los pandilleros se sienten defraudados responden de esta manera, con más asesinatos. Esto podría indicar una ruptura en las conversaciones del Gobierno de Bukele y las pandillas y un hartazgo de los líderes criminales, quienes venían pidiendo mejores condiciones en las cárceles, de acuerdo con Martínez.

600 ARRESTOS

Las autoridades de seguridad de El Salvador informaron el lunes que durante el fin de semana detuvieron a más de 600 pandilleros por un repunte de la violencia.

La Policía Nacional Civil (PNC) reportó que el domingo se registró una reducción de los asesinatos, al confirmar 11 en siete de los 14 departamentos del país.

Fuerzas combinadas de la Policía y soldados ingresaron la noche del domingo a la comunidad El Pino en el municipio de Santa Tecla, en la periferia sur de la capital, un lugar conocido como “zona de control” de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13).

Las capturas, patrullajes y allanamientos en barrios con presencia de pandillas continúan. Las autoridades hacen registros casa por casa y no se permite el ingreso ni salida de nadie.

La comunidad El Pinto fue declarada zona de paz cuando estuvo vigente la tregua entre las pandillas, avalada por las autoridades, durante el Gobierno del ex Presidente Mauricio Funes del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, que gobernó de 2009 a 2014.

¡Casi 600 capturas en solo dos días... y el régimen de excepción dura 30 días, prorrogables! Y no crean que saldrán libres".

RACIONAN COMIDA A PRESOS

Además del estado de excepción, Bukele también ordenó que se decretara emergencia máxima en todas las cárceles donde cumplen condenas los miembros de las pandillas, a los que responsabiliza por la reciente ola de violencia.

Los cabecillas e integrantes de las pandillas cumplen condenas de más de 60 años y ahora permanecerán encerrados en sus celdas las 24 horas. El director de Centros Penales, Osiris Luna, informó en Twitter que, por orden del presidente, los pandilleros sólo “tendrán dos tiempos de comida al día”.

Si la comunidad internacional está preocupada por sus angelitos, vengan y tráiganles comida, porque yo no le quitaré presupuesto a las escuelas para darles de comer a terroristas".

ARBITRARIEDAD Y ABUSO DE PODER

Las medidas tomadas por el Gobierno de Bukele han provocados criticas de algunos sectores que han advertido que se puede prestar para una serie de arbitrariedades y abuso de poder.

Al analizar el alza de los homicidios, el abogado Eduardo Escobar de la ONG Acción Ciudadana, dijo a la AP que esto significa que: “el Gobierno no tiene control de los territorios, no tiene control de la criminalidad”.

Agregó que los especialistas en la materia señalan que hay algún problema en el entendimiento de la “supuesta negociación entre las pandillas y el Gobierno, y que se ha roto y eso podría explicar el alza de los homicidios el fin de semana”.

Escobar señaló que “como son pandillas, que no son bien vistas por la ciudadanía, entonces van aplaudir todo lo que haga este Gobierno”.

Algunos salvadoreños, en efecto, piensan así, pero otros manifiestan también su descontento con el actuar del Gobierno.

“Esto es insoportable, las pandillas matan cuando quieren, hacen los que les da la gana. Hay que castigarlos, pero bien fuerte”, dijo Mario Alas, de 39 años.

No pasa nada, los capturan, y los llevan a la cárcel a engordar, después salen a seguir fregando a la gente, a quitarles el pisto (dinero) y matarlos"