El alza del precio de los combustibles derivado de una mayor demanda y la incertidumbre por la guerra en Ucrania está generando un descontento general en diversas naciones del mundo.

España, Perú, Paraguay, y otros países han encarado manifestaciones de transportistas que reclaman a sus gobiernos apoyos para paliar la crisis que no parece tener solución a corto plazo.

Estos son algunos escenarios del malestar mundial por los costos disparados de la energía.

ESPAÑA

Desde hace al menos tres semanas, los transportistas españoles han estado en paro y en constantes movilizaciones en diversas ciudades del país en protesta por las afectaciones económicas que han tenido por los altos precios del combustible.

Las manifestaciones y el paro han generado más problemas en las cadenas de suministro, con los centros de almacenaje en puertos ya llenos, escasez de servicios en carretera y desabasto en centros comerciales.

El Gobierno socialista de Pedro Sánchez lanzó la semana pasada un plan para atender a las demandas de los transportistas y frenar las protestas.

El Comité Nacional del Transporte por Carretera se adhirió al acuerdo, pero la Plataforma Nacional en Defensa del Sector del Transporte, uno de los grupos que lidera las manifestaciones, rechazó el plan y dijo que continuará con las movilizaciones a menos de que se otorgue un descuento de 60 centavos por litro de combustible, el triple de lo que ofrece el Gobierno.

Esto incluye la propuesta del Gobierno español: 

– Los transportistas recibirán un descuento de 20 centavos de euro por litro de combustible (aplica del 1 de abril al 30 de junio). 

– El Gobierno dará 450 millones de euros en apoyos directos a las empresas de transporte de mercancías y pasajeros.

PERÚ

En la misma semana en que enfrentó un juicio político impulsado por la Oposición, el Presidente peruano, Pedro Castillo, encaró protestas de camioneros por el alza del precio del combustible.

Las manifestaciones, que incluían un paro de labores y bloqueo de vías, iniciaron el lunes formalmente y se mantenían este miércoles en varias ciudades de la nación latinoamericana.

Los camioneros exigen que el Gobierno disminuya los impuestos a los combustibles que alcanzan entre 28 y 30 por ciento del costo total de cada galón.

También exigen que se revisen los contratos de concesión de carreteras y peajes, y la licencia de conducir sin fecha de caducidad.

Vías y carreteras estaban bloqueadas en Ica, Arequipa, Cusco y Puno, mientras representantes de los transportistas se reúnen con miembros del Gobierno para llegar a un consenso.

Lo que seguimos cobrando por el flete de las cargas ya no nos alcanza para seguir operando”.

PARAGUAY

Desde hace unas tres semanas, transportistas privados, conductores de camiones y taxis y la industria del transporte en general han salido a las calles de Paraguay para protestar por los precios de los combustibles.

De acuerdo con reportes de prensa, en el país se han ajustado por lo menos seis veces los precios de los combustibles en solo un año.

Los manifestantes exigen una reducción general, aplicable a toda la ciudadanía, de unos mil guaraníes (0.14 dólares) en el precio por litro de los combustibles.

Después del descontento, el Congreso aprobó una ley para que la compañía estatal Petropar redujera los precios de los combustibles en sus estaciones de venta. Las pérdidas serán compensadas con impuestos a la importación de carburantes, según señaló el Gobierno.

BRASIL

En Brasil, hay actualmente una crisis por el precio de los combustibles, algo que llevó incluso al Presidente Jair Bolsonaro a destituir al jefe de la estatal Petrobras, Joaquim Silva e Luna, por el descontento de la población.

La gasolina en Brasil ha subido un 18 por ciento y el diesel casi 25 por ciento solo en marzo, después de la invasión rusa a Ucrania. Harto de ser responsabilizado por los aumentos de los combustibles, Bolsonaro ha dicho varias veces que se debería privatizar Petrobras.

Tan solo ayer, conductores y repartidores de aplicaciones móviles se manifestaron para exigir mejores condiciones y por las constantes alzas del precio de los combustibles.