BIOGRAFÍA
Nacida en Aguascalientes en 1923, la poeta creció en Zacatecas y luego se estableció en la Ciudad de México; estaba a punto de cumplir 99 años el 12 de abril.
"Amor a la vida, literatura, y la necesidad de expresar este amor a la vida están íntimamente ligados".
Estudió la licenciatura en Derecho y luego la maestría en Letras Modernas en la UNAM; Estilística e Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid; Lingüística y Literatura en la ANUIES y Radio en el Instituto Latinoamericano de Comunicación.
"Siempre me gustó leer. Ni siquiera lo adecuado o lo mejor de cada época: leía todo lo que encontraba. Caminaba mucho, mucho, hasta dónde vivían unas adolescentes que eran mis amigas, que me prestaban libros; primero de cuentos, luego de aventuras. Después le dije a mi papá que quería estudiar literatura. Quiso disuadirme y opté por estudiar leyes, como él. Me dijo: 'No vas a poder con la carrera'. Nomás me picó. Respondí: 'Sí puedo'".
Formó parte del grupo “Ocho Poetas Mexicanos“, llamado así por la antología que Alfonso Méndez Plancarte dedicó a:
- Dolores Castro
- Rosario Castellanos (su gran amiga)
- Alejandro Avilés
- Roberto Cabral del Hoyo
- Efrén Hernández
- Honorato Ignacio Margaloni
- Octavio Novaro
- Javier Peñalosa (esposo de Castro)
"Yo, trabajando en un despacho de abogados, me convencí de que no tenía nada qué hacer en aquella carrera. Entonces estudié letras a la vez que leyes. Me dieron la posibilidad de no pagar mi inscripción en la Facultad de Filosofía, para no decirle a mi papá que me diera dinero (para estudiar letras). Terminé de estudiar las dos carreras".
LA MAESTRA
Dolores Castro, una de las primeras mujeres en graduarse de dos carreras, fue también una muy querida profesora, dio clases en:
- La UNAM
- La Universidad Iberoamericana
- La Escuela de Escritores de la SOGEM
- Las escuelas de Bellas Artes de Veracruz, Cuernavaca y Estado de México
- La Escuela de Periodismo Carlos Septién García
“Pronto me di cuenta que ella era capaz de encontrar virtudes hasta en la labor más tambaleante y, contrario a otros maestros que creen que la crueldad y la ferocidad acicatean la creación, la maestra Castro lograba verdaderos milagros. Nos hacía florecer”.
Orquídea Fong, escritora
“Todo lo que aprendí en la Septién respecto a literatura fue gracias a la maestra Lolita. Soy feliz de pertenecer a esa generación en la que ella estuvo a nuestro lado”.
Aída Aguilar, locutora de Radio Educación
También tuvo un importante papel en la creación de instituciones y revistas literarias:
- Fue fundadora de la actual FES Acatlán-UNAM y de Radio UNAM, donde se desempeñó como productora.
- Trabajó como jefa de redacción de la revista Barcos de Papel y colaboró con Fuensanta, La Palabra y El Hombre, Nivel, Poesía de América, Suma Bibliográfica y la Revista de la UIA.
GALARDONADA
Destacan entre sus reconocimientos:
- Premio Nacional Sor Juana Inés de la Cruz
- Premio Nacional de Poesía de Mazatlán 1980
- Premio III Nezahualcóyotl (junto con José Emilio Pacheco), en 2004
- El INBA ha reconocido su trayectoria y sus aportes a la poesía en 2008, 2014 y 2019
- Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde 2013
- Premio Nacional de Ciencias y Artes en Lingüística y Literatura 2014
PARA LEERLA
NOVELA
La ciudad y el viento
(UV, 1962)
POESÍA
El corazón transfigurado
(América / SEP, 1949)
La tierra está sonando
(Imprenta Universitaria, 1959)
Cantares de vela
(Jus, Voces Nuevas, 1960)
Obras completas
(ICA, 1991)
No es el amor el vuelo
(Antología, CONACULTA, 1992)
¿Qué es lo vivido? Obra Poética Dolores Castro
(Del Lirio, BUAP / UAZ, 2003)
Obra reunida
(UAA, 2009)
SUS VERSOS
Volverá el polvo al polvo,
caerán desmenuzados los cabellos
como último baluarte de mi cuerpo.
Te esperaré a la orilla,
en los maderos rotos de mi cuerpo.
Al tomarte la mano, pobre muerte,
tan antigua, tan niña,
palpitará en tu sangre
la madura inquietud de cada día.
Romperás secos lazos
recostada en la hierba de tu sueño,
te embriagarás en angustioso canto
de la noche primera.
Te llegará en latidos de mis ansias,
la frescura del agua tan lejana
la voz, y el sonido
de la vida que evita tu llamada.
Y morirás de amor,
del mismo amor que apagará la hierba.
Y morirás de viento y de tristeza,
cuando fría mi sangre
no transmita a tu cuerpo,
el calor que robamos a la fragua.
Y cuando de nosotros
no quede ya en la tierra
más huella que la ardiente de tu estancia,
volveremos al polvo
que al cubrir este canto
lo perderá en la noche de su huella.
"Sé muy bien que la muerte me puede llegar de un momento a otro, pero creo en la vida perdurable, y además siento que si tengo esta larga vida es por algo; por eso sigo dando mis talleres y, además, escribiendo. El final yo considero que no es un final, sino un cambio, simplemente".