Desde joven, se destacó por ser un hombre trabajador, pues mientras cursaba la carrera de Administración de Empresas en el Colegio La Salle, ya laboraba en Grupo Modelo, empresa de la que formaron parte su padre y su abuelo, Manuel, desde sus inicios.
Después de la muerte de su papá, en 1988, Mario, con 37 años de edad, asumió la responsabilidad de la familia dentro de la empresa y fuera de ésta, sacrificando tiempo personal, principalmente con su familia.
Alrededor de 1973, el hombre de negocios conoció a la mujer de su vida, María Eugenia Abad Ribot, en una romería en el Centro Asturiano.