ORIGEN EXÓTICO

Las jacarandas han estado presentes en el paisaje capitalino desde hace más de 100 años, sin embargo, no son una especie nativa de la región, sino que provienen de Brasil.

El especialista Francisco Arjona recordó que la introducción del árbol es atribuida a un inmigrante japonés, quien en los años 20 habría recomendado a autoridades de México plantarlo en calles de la Capital como una referencia a los cerezos que se cultivan en Japón.

La idea original era que se plantaran cerezos en la Ciudad de México, pero como no florecen por la falta de frío, entonces, se optó por una especie que sí floreciera en la Ciudad, y las jacarandas fueron la opción"

Pronto se popularizaron por lo colorido y exótico que resultaban.

SU 'ANATOMÍA'

Su característico color púrpura comienza a pintar las calles de la Ciudad a finales de febrero, por lo que su floración es un indicador de que la primavera está próxima a comenzar.

Sin embargo, recientemente, debido a los efectos del cambio climático, algunas jacarandas han comenzado a florecer, incluso, a finales de enero.

De acuerdo con Arjona, su grado de floración también depende de factores como la lluvia, pues a mayor disponibilidad de agua durante el año inmediato anterior, se contará con una coloración más viva.

El tono violeta se mantiene hasta mediados de abril, cuando las hojas verdes comienzan a brotar.

Este tipo de árboles puede llegar a vivir 100 años y alcanzar hasta 20 metros de altura.

¿QUÉ OBSERVAR EN UNA JACARANDA?

No sólo se trata de observar el color de este árbol, sino también el patrón de su crecimiento, detalló Arjona. Puedes notar su estructura, denominada tortuosa, en la que las ramas se van curvando.

Cuando no tienen hojas o cuando tienen las flores es muy notoria su estructura. Lo puedes notar en la forma en la que van creciendo y cómo se separan entre ellas".

RECORRIDO VIOLETA

Algunos de los árboles de jacaranda más antiguos de la Ciudad pueden encontrarse en espacios poco turísticos, aseguró Arjona. Tal es el caso de los ejemplares colocados en Concepción Béistegui, en la Colonia Del Valle Centro.

También, puedes hallar algunos ejemplares de grandes dimensiones en: