El martes pasado, un hombre de 62 años abrió fuego en un vagón atestado del Metro de Nueva York, lo que dejó al menos 10 heridos de bala, pero no víctimas fatales.
Antes de disparar, el sospechoso Frank James lanzó bombas de humo en el vagón, lo que causó que varias personas resultaran también lesionadas por inhalar el humo.
Tras una persecución intensiva, la Policía arrestó el miércoles a James, quien había publicado en línea videos lanzando críticas contra el Alcalde de Nueva York, Eric Adams y sus políticas.
Según los fiscales, el ataque fue premeditado pues James llevaba casco y chaleco de trabajador de la construcción y los abandonó después del tiroteo para evitar que lo reconocieran. Dijeron también que tenía los medios para realizar nuevos ataques, con municiones y otras armas de fuego en un depósito en Filadelfia.
James está acusado bajo una ley que califica de terroristas los ataques al trasporte público, aunque las autoridades dicen no tener pruebas que lo vinculen a organización terrorista alguna. Actualmente está encarcelado sin derecho a fianza y podría enfrentar cadena perpetua si se confirman los cargos de terrorismo.