Mientras las mujeres de Estados Unidos enfrentan la posibilidad de perder el derecho constitucional al aborto, tribunales de muchas otras partes del mundo han avanzado en la dirección opuesta.
Así está el acceso a la interrupción del embarazo en otros países.
ACCESO DESIGUAL
El Salvador adoptó en 1998 una ley draconiana que prohíbe interrumpir el embarazo en todas las circunstancias, incluso en caso de peligro para la salud de la madre o del feto y prevé penas de hasta ocho años de cárcel. Además, las acusaciones suelen incluir el delito de “homicidio agravado”, que puede suponer hasta 50 años de cárcel.
También está prohibido en Honduras y Nicaragua.
En Europa, la ilegalización total es una excepción: existe en Malta, con penas que van de 18 meses a tres años de cárcel, y en los microestados de Andorra y del Vaticano.
En otros países, el aborto está sometido a condiciones extremadamente restrictivas.
El procedimiento es accesible únicamente en caso de peligro para la vida de la madre en Costa de Marfil, Libia, Uganda, Sudán del Sur, Irak, Líbano, Siria, Afganistán, Yemen, Bangladesh, Birmania, Sri Lanka, Guatemala, Paraguay o Venezuela.
En Brasil, el procedimiento está muy limitado sólo en caso de violación, riesgo para la madre o grave malformación del feto.
En Israel el aborto es una opción para las mujeres, desde 1978. Allí está amparado por la ley antes de la semana 24 con la aprobación de los “comités de interrupción” hospitalarios, formados por profesionales médicos y que incluyen a al menos una mujer.
Las leyes e interpretaciones varían en el mundo musulmán.
Desde hace décadas, en Túnez es legal hasta la semana 12 de gestación, pero en Irán está prohibido desde la Revolución Islámica de 1979.
El año pasado, el líder de la principal institución de clérigos islámicos de El Cairo, Al-Azhar, dijo que el aborto no es la solución ni en los casos donde el bebé pueda sufrir una enfermedad grave o una discapacidad.
AVANCES RECIENTES
En general, son las mujeres de Europa, Norteamérica y Oceanía las que gozan de legislaciones más liberales, algunas aprobadas muy recientemente.
En Irlanda, el aborto es legal desde 2018 tras un referéndum histórico que derogó la prohibición constitucional de interrumpir el embarazo. También se liberalizó en 2019 en Irlanda del Norte, la única parte de Reino Unido donde estaba prohibido, pero acceder al procedimiento todavía es difícil.
Nueva Zelanda no despenalizó el aborto sino hasta 2020. Y en Australia, Nueva Gales del Sur fue el último estado del país en despenalizarlo en 2019, al abolir una ley de hace 119 años.
En Tailandia, la interrupción del embarazo se descriminalizó en febrero de 2021 y ahora puede practicarse hasta la duodécima semana de ausencia de menstruación.
Y también en Asia, el más alto tribunal de Corea del Sur ordenó en 2019 abolir la prohibición de abortar al considerarla anticonstitucional.
En África, Benín se convirtió en octubre de 2021 en uno de los raros países en autorizar esta práctica.
CRECE ACCESO EN LATINOAMÉRICA
Colombia lo legalizó hasta las 24 semanas de gestación sin importar el motivo. Poco después, Chile decidió el 16 de marzo integrar la despenalización del aborto en el proyecto de la nueva Constitución.
En México, en septiembre de 2021, una sentencia histórica de la Suprema Corte declaró inconstitucional la prohibición del aborto.
Pero en la mayoría de los 32 estados de México sigue habiendo normas que lo prohíben, y las organizaciones no gubernamentales que llevan tiempo abogando por su despenalización están presionando a las legislaturas estatales para reformarlas. El aborto estaba ya permitido en la Ciudad de México y en algunos otros estados.
En Argentina, los legisladores aprobaron a finales de 2020 una ley que legaliza el aborto hasta la semana 14 y, más adelante, en los casos contemplados en la sentencia colombiana.
También está permitido en Cuba y Uruguay.
RETROCESOS
Pero en otros lados, este derecho da marcha atrás.
Honduras, que prohibía esta práctica incluido en los casos de violación, incesto, malformación grave del feto y peligro vital para la madre, aprobó en enero de 2021 una reforma constitucional que endurece más la legislación.
El artículo 67 de la Constitución revisada establece que toda interrupción del embarazo “por la madre o por un tercero” se considera “prohibida e ilegal”, y añade que esta cláusula “sólo podrá reformarse por una mayoría de tres cuartas partes de los miembros del pleno del Congreso Nacional”.
En Polonia, el Tribunal Constitucional, respaldado por el Gobierno de ultraderecha, proscribió en octubre de 2020 la interrupción voluntaria del embarazo en caso de malformación grave del feto. Ahora sólo se permite en caso de violación o incesto o si la vida de la madre está en peligro.
EN VILO EN EU
Según el diario digital Politico, los jueces de la Corte Suprema de Estados Unidos se preparan para anular una sentencia histórica que reconoce desde hace casi medio siglo el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo.
De confirmarse, Estados Unidos volvería a la situación previa a 1973, cuando cada estado era libre de prohibir o autorizar esta práctica.
Considerando las divisiones sobre esta cuestión, una mitad de los estados, especialmente en el sur y el centro más conservadores y religiosos, pueden ilegalizarla rápidamente.
Cuando se produzca la decisión de la Corte Suprema, que se espera para finales de junio o principios de julio, todo el mundo estará pendiente de lo que pase en Estados Unidos.
Aunque las medidas para despenalizar y legalizar el aborto en lugares como Argentina, Irlanda, México y Colombia en los últimos años han sido una gran victoria para la comunidad mundial, hay indicios sombríos de que Estados Unidos no está a la altura del progreso que está realizando el resto del mundo en la protección de los derechos sexuales y reproductivos".
Amnistía Internacional.