"Pasó de ser 'una joven entrevistadora, que entró en el periodismo bajo la careta de la ingenuidad y el desparpajo juvenil, a convertirse en una escritora canónica que, por lo mismo, ha suscitado a menudo reacciones encontradas".
Aquí te presentamos algunos de los libros para acercarte a la obra de la escritora que cumple 90 años el 19 de mayo, galardonada con el Premio Cervantes de Literatura, el más importante en lengua española, y el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos.
LOS IMPERDIBLES
Todo empezó el domingo (1963)
Constituye, de acuerdo con el biógrafo Michael Schuessler, su primer acercamiento a la crónica social con una serie de apuntes costumbristas, acompañados de las ilustraciones del grabador Alberto Beltrán, egresado del Taller de Gráfica Popular. Estos artículos sobre las actividades de los mexicanos los domingos fueron publicados de forma semanal en el diario Novedades a partir del 24 de noviembre de 1957 y seis años más tarde darían pie al libro. Con este título, diría Poniatowska, nació su conciencia social además de sus visitas a Lecumberri.
Hasta no verte Jesús mío (1969)
En esta, su primera novela, Elena Poniatowska se adentra en el mundo de las mujeres que ha sido una constante en su obra y presenta a uno de sus personajes icónicos, Jesusa Palancares, quien “cuenta en primera persona la historia de México en el siglo 20”. El personaje está basado en Josefina Bojórquez, una mujer a quien la escritora conoció en una de sus visitas a presos políticos en la cárcel de Lecumberri. Una voz que nació de la “capacidad de indignación” de Palancares.
"'Hasta no verte Jesús mío' guarda en su interior, como dentro de un alhajero, el idioma del campo y de la ciudad tal como Elena Poniatowska aprendió a escucharlo. Basada en esa escucha, en ese recorrer los sonidos del testimonio, 'Hasta no verte Jesús mío' va hilvanando las vidas de las mujeres que despertaron con la Revolución Mexicana en forma de soldaderas, sirvientas, obreras. Abandonadas, siempre abandonadas, jamás necesitaron de los hombres".
La noche de Tlatelolco (1971)
“Es la grande y definitiva crónica del turbio crepúsculo del crimen que también marcó el crepúsculo del régimen autoritario del PRI en México. De esa terrible noche del 2 de octubre de 1968 data, acaso la transformación de la princesa Poniatowska (…) en una Pasionaria sonriente y tranquila”, estimó Carlos Fuentes sobre esta obra donde la escritora recoge los testimonios alrededor de los trágicos hechos de octubre de aquel año. Poniatowska ganó el Premio Xavier Villaurrutia con esta obra, pero lo rechazó porque “¿quién iba a premiar a los muertos?”.
Fuerte es el silencio (1980)
Según Carlos Monsiváis, se trata de una de las mejores crónicas escritas en México. Se centra en los desaparecidos políticos y la guerrilla urbana. De acuerdo con la autora, es el “desenlace lógico” de La noche de Tlatelolco, que describe como “una crónica de la gente de la calle”. En estos textos, Poniatowska describe la “vida precaria de los inmigrados a la gran ciudad; conmovedoramente, ahonda en la memoria del Movimiento de 1968; en páginas inolvidables narra la huelga de hambre en la Catedral de las madres de presos y desaparecidos políticos, y reconstruye sensible y sagazmente, en fin, la gesta de la colonia Rubén Jaramillo en Cuernavaca”, se publicó en la contraportada de la primera edición.
"Ocuparme de los que venden chicles en la calle, esos ángeles de la ciudad, y luego también de la colonia Rubén Jaramillo, una colonia de paracaidistas, hizo que me acerara a los líderes presos, compañeros de Florencio Medrano, en la toma de tierras en Morelos".
Nada, nadie. Las voces del temblor (1988)
Del 19 de septiembre al 19 de diciembre de 1985, la periodista recorrió las zonas de derrumbe para escuchar las voces de costureras, enfermeras, rescatistas, damnificados, voluntarios y familiares de las víctimas del terremoto. Así encontró a personajes como Evangelina Corona, líder de las costureras, y a la rescatista Consuelo Romo que, laborando en Tlatelolco, perdió ambas piernas al quedar prensadas por una viga. El episodio que según la escritora mejor retrata la actuación del Gobierno de Miguel de la Madrid (1982-1988) fue la ceremonia de instalación del Comité Nacional de Reconstrucción en el Museo Nacional de Antropología.
"Esos changos trajeados, que no se les mueve ni un pelo. Los odié con toda mi alma, a todos. Porque tanto lujo al lado de tanta miseria... Eso me dio mucho horror, en lugar de ir a un recorrido a ver dónde ayudaban, ese acto fue un acto de prepotencia, de poder".
“Aquel 19 de septiembre de 1985, en medio de una nube de polvo que raspaba la garganta, no apareció el gobierno. Aparecieron los mexicanos más pobres, vaciaron las tlapalerías de picos y palas y empezaron a escarbar”.
Elena Poniatowska
Tinísima (1992)
Es una monumental novela biográfica de la fotógrafa y comunista italiana Tina Modotti que hizo a Poniatowska merecedora del Premio Mazatlán. La autora “exalta a mujeres como Tina (…) claramente representadas en su producción literaria de los años 70”, según Michael Schuessler. La novela surgió a raíz de que el cinefotógrafo Gabriel Figueroa encargara a la escritora un guion para una película sobre la vida de la fotógrafa, que nunca se realizó. Con tanto tiempo invertido y material recabado, Poniatowska se embarcó en este proyecto literario que resultó en “una épica del México de los años veinte y treinta”, según Michael Schuessler.
El tren pasa primero (2005)
Poniatowska evoca la vida del dirigente ferrocarrilero Demetrio Vallejo a través del personaje de Trinidad Pineda Chiñas, y recuerda la lucha por la democracia del magisterio y otros colectivos, que antecedieron una década al movimiento de 1968.
“No creo que sea mi mejor novela, todavía estoy por hacerla, una que me guste, la próxima”, dijo la escritora, al saberse ganadora del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos.
"¿Incansable? Trato de hacer todo lo que puedo antes de estirar la pata y que me metan en un cajoncito".
FUENTES: Grupo REFORMA / Editorial Era / Enciclopedia de la Literatura en México / “Elenísima: Ingenio y figura de Elena Poniatowska”, de Michael Schuessler. IMÁGENES: www.fundacionelenaponiatowska.org / Editorial Era