Este recinto -que ha estado en el centro de la controversia entre la UdeG y el Gobierno del Estado por una partida de 140 millones de pesos- empezó a construirse desde febrero de 2016 y debía estar concluido en 2018, según estimaciones del Presidente del Fideicomiso del CCU, Raúl Padilla López, quien también había calculado que las obras completas en este edificio no superarían los mil millones de pesos.

Sin embargo, la cifra ya se excedió y la construcción no ha concluido: la planta baja registra 90 por ciento de avance y la obra total va en 80 por ciento.

Este año el recinto tiene 34.4 millones de pesos para seguir con las obras de edificación, pero más de la mitad de la inversión -18 millones 315 mil pesos- serán para solventar los gastos de administración y costos relacionados con la obra, mientras que los 16 millones de pesos restantes irán al desarrollo de las obras.

El museo -el último edificio desarrollado con recursos públicos que se construye en el CCU, tras el Auditorio Telmex, la Biblioteca del Estado y el Conjunto Santander de Artes Escénicas- no tiene fecha de inauguración y, aunque hay todavía una controversia por los 140 millones de pesos que el Ejecutivo le retiró en 2021, el Rector de la UdeG, Ricardo Villanueva, ha insistido en que el museo verá la luz con ayuda del Gobierno del Estado o no.

Entre polémica... y mil millones de pesos

El recinto saltó a los reflectores el año pasado, cuando el Gobierno de Enrique Alfaro dio luz verde para reasignar 140 millones de pesos del presupuesto estatal de 2021 —que ya se habían aprobado para la continuación de las obras en el museo—, con el objetivo de redireccionar ese dinero a la edificación del Hospital Civil de Oriente, en Tonalá. La controversia sigue en el aire, hay manifestaciones y marchas de los estudiantes para pedirle al Ejecutivo que regrese el dinero al museo, mientras que el Mandatario estatal ha declarado que dedicará más recursos para la UdeG, pero no para museos, “ni para negocios de Raúl Padilla”.


“Con los recursos que el Gobierno del Estado nos iba a proporcionar este 2021 estaba planeado abrir en 2022 la planta baja, pero dependiendo del flujo de recursos, esa fecha se moverá”, ha justificado el Fideicomiso del CCU, el que opera sus finanzas, sobre la fecha de inauguración del espacio.


Desde el inicio de las obras hasta este 2022, el museo ha tenido una inversión de mil 96 millones de pesos; 70 por ciento se ha ido en la construcción del inmueble y el resto, poco más de 307 millones de pesos se han destinado al pago de gastos administrativos, al desarrollo del plan maestro, supervisión de obra, diseño de museografía y el desarrollo del programa de extensión y difusión Museo sin Paredes.

Con esta inversión, el museo se convierte en el más caro construido hasta el momento en Jalisco.

 
Solo lo alcanzaría el Museo Barranca, que está estimado en 60 millones de dólares, es decir, cerca de mil millones de pesos al tipo de cambio actual, pero en 11 años sólo se le han invertido cerca de 150 millones de pesos.

 
El museo público, que sí está en operaciones y es en el que más se ha erogado recursos, es el Trompo Mágico, con un presupuesto de casi 200 millones de pesos, hace ya 20 años.


Aunque ya supera los 10 dígitos, el espacio dedicado a reflexionar sobre el medio ambiente no es el más caro en el proyecto cultural de la UdeG. El Conjunto Santander de Artes Escénicas ha sido el más oneroso hasta el momento tras una inversión de mil 443 millones de pesos, cifra que se duplicó en casi cinco años de construcción; mientras que la Biblioteca Pública del Estado Juan José Arreola, costó cerca de 600 millones de pesos y el Auditorio Telmex, se situó en los 590 millones de pesos.

¿Para qué es este museo?

El Museo de Ciencias Ambientales es un recinto diseñado por el despacho noruego Snøhetta, que se ha encargado de proyectos como la renovación del Museo de Arte Moderno de San Francisco, así como el trazo del vestíbulo del memorial de las Torres Gemelas y la remodelación de Time Square, en Nueva York.

El prestigioso despacho noruego fue elegido luego de una convocatoria pública. En ese entonces, en 2010, el director del CCU, Mauricio de Font-Réaulx Rojas justificó que el recinto era necesario para completar la oferta del complejo universitario situado en Los Belenes, para ofrecer una ventana a la reflexión sobre la relación del ser humano y su entorno.

“Nos interesa que ambos (edificio y exhibición) sean la misma cosa; que sea un edificio modelo, un edificio que sea también orientado con propósitos educativos, en el que los estudiantes puedan ver el edificio en sí mismo como una exhibición.

Es la naturaleza vista desde la Ciudad y, por lo tanto, la azotea misma es parte de un observatorio urbano de lo que se alcanza a ver desde ese punto de la Ciudad y en donde se ve también el contexto de la naturaleza, se alcanza a ver La Barranca y algunos edificios y al fondo la Biblioteca Pública de Jalisco”, apuntó De Font-Réaulx en ese entonces.

 
Este museo tendrá 20 mil metros cuadrados de extensión e incluirá dos hectáreas de “jardines que evocan los paisajes naturales y agropecuarios de Jalisco”.

En varias presentaciones del proyecto, los integrantes del Fideicomiso del CCU han aclarado que a diferencia de otros recintos similares, el de Ciencias Ambientales no tendrá una colección propia sino que desplegará una exhibición de recursos tecnológicos que buscarán establecer vínculos con la cultura de la región, mostrar los distintos ecosistemas del Occidente de México y exponer los riesgos medioambientales contemporáneos.

Este año, el museo tiene una partida asignada de más de 34 millones de pesos, 42 por ciento del total del presupuesto que tendrá el CCU durante este 2022. Este año el complejo universitario ubicado en Los Belenes tiene 82 millones de pesos para ejercer, una cantidad que ha bajado dramáticamente desde 2019, año en que se le asignaron 309 millones de pesos.

De esos poco más de 34 millones de pesos serán para la continuación de las obras en el museo, pero más de la mitad de la inversión, 18 millones 315 mil pesos, serán para solventar los gastos de administración y para gastos relacionados con la obra, aunque no explican en qué consiste este concepto; el resto, que representa la cantidad de 16 millones 182 mil 162 pesos, será para la edificación de la obra en sí.

 

Mauricio de Font-Réaulx aún no paga su deuda

Pese a que han pasado ya seis años desde que se inició un proceso legal en contra del director del Centro Cultural Universitario (CCU), Mauricio de Font-Réaulx Rojas, por un adeudo de 446 mil pesos por la compra de boletos de avión a la agencia Sevilla Sol Viajes, el funcionario no ha solventado todavía el pago.

La autoridad judicial ha emitido una orden de aprehensión y una más de reaprehensión en contra del funcionario universitario, quien se ha amparado para no ser detenido por su presunta responsabilidad penal en la comisión de un “fraude genérico”.


El coordinador del CCU debía pagar una fianza de 446 mil pesos “por la posible reparación del daño”, pero no lo ha hecho, según han informado fuentes cercanas al proceso.


El funcionario universitario no ha negado el adeudo a causa de la compra de boletos de avión, pero ha argumentado que la falta de pago se ha debido a errores administrativos de la propia agencia de viajes.