¿Quién fue El General?

El General fue el nombre artístico de Edgardo Armando Franco, cantante originario de Panamá que se volvió un fenómeno mundial a principios de la década de los 90 gracias al sencillo “Te Ves Buena” y al disco Muévelo con El General (1991), donde aparece el hit “Muévelo, Muévelo”.

Edgardo era parte de una ola de artistas latinos (Nando Boom, Chicho Man y Killer Ranks, entre otros) que en ese tiempo estaban experimentado con el reggae, el dub y otros ritmos caribeños, lo que desembocó en el reguetón.

La música de El General llegó pronto a toda Latinoamérica, y en México, por ejemplo, estuvo muy presente en fiestas como quinceañeras o bodas. 

Sus inicios

El cantante nacido en 1969, hijo de Catalina, una mujer con ascendencia jamaiquina, de Víctor, con raíces en Trinidad y Tobago, empezó a escribir canciones a los 12 años, inspirado en la precaria situación económicas de su barrio Río Abajo y sus propias vivencias. Luego de grabar artesanalmente sus temas en cassettes, los distribuía a los conductores de transporte colectivo para que los hicieran sonar en sus rutas y así llevar su mensaje a la comunidad.

Después de conseguir una beca, el joven artista se mudó en 1985 a los Estados Unidos, donde vivía su madre, para estudiar administración de empresas, aunque en realidad inició su camino como cantante, adoptando el nombre artístico de El General.

Su seudónimo lo eligió porque deseaba ser visto como una figura con el don de mando para ordenar cómo bailar.

Oficialmente, el artista comenzó su carrera en 1988, con el álbum Estas Buena, en el que predominó el dembow, aunque también se consideró la aparición del dancehall, por lo que el material se convirtió en un producto idóneo para las pistas de baile.

Su éxito

En 1991 lanzó el álbum Muévelo con El General, con la canción estrella “Muévelo”, la cual lanzó a Edgardo al estrellato continental. Los críticos y la audiencia se preguntaron qué era exactamente lo que hacía el artista.

El desconcierto fue tan grande, que en varias premiaciones catalogaban su sonido como rap, pero no era eso, sino una mezcla de reggae y dembow con frases de El General siguiendo el ritmo.

Las letras del cantante eran juegos de palabras que aludían a la sexualidad, algo que próximos artistas tomarían para hacerlo explícito.

El Poder del General (1992), Rapa Pan Pan (1997), Move It Up (1998) y Serie 2000 (2000) fueron otras producciones que encumbraron a El General como uno de los artistas latinos más importantes del momento.

Entre sus tracks más conocidos destacan “No Me Trates de Engañar”, “La Ametralladora”, “Qué es lo que Quiere esa Nena” y “Díganme Cuál”. 

Recibió el premio MTV International Award y ganó premios Billboard en la rama latina, Premios Lo Nuestro, La Gaviota de Plata del Festival de la Canción de Viña del Mar y Grammys Latino.

Franco cosechó una exitosa carrera artística de 17 años, con 32 discos de oro y 17 de platino.

Su retiro y qué fue de él

En la cima del escenario musical y pese a tener una futuro brillante por delante, El General dejó repentinamente los escenarios en el año 2004.

Intentó ser productor musical, pero finalmente en el año 2006, se borró definitivamente del panorama de la industria musical.

En 2016, Edgardo Franco dio de qué hablar, pues se difundió un video donde reniega de las canciones que lo hicieron famoso. Además, reveló que actualmente es parte de la Congregación Cristiana de los Testigos de Jehová.

“Tenía sueños cuando era pequeño de ser un cantante famoso. Entonces conocí la verdad, pero no había despedido estos sueños de mi corazón. Me puse a escuchar esas malas compañías que tenía antes y ellas me jalaron como un anzuelo. Las letras de las canciones causaban conflicto con mi consciencia. Me ofrecieron una bebida alcohólica para calmarme y ya me sentía un poco más a gusto, empecé a cantar y eso se sonó en todas las radios. Eso fue un trofeo por parte de Satanás por haber abandonado a Jehová. Entonces me hice adicto a los aplausos”, señaló en la grabación que difundió su culto religioso. 

“Se ve como bien lindo, pero cuando uno está encima de la montaña del mundo de Satanás, no hay nada lindo ahí. Cuando se prendía la cámara, se prendía mi rostro, mi sonrisa, pero cuando llegaba al hotel había un silencio que atormentaba mi consciencia”, agregó.

En años más recientes no se ha sabido algo de él.