(Arriba) Regina Vizcaíno, Ana Paula y Cecilia Zavala, Emilio López, Javier Zavala, Diana Zaldivar, Camila Ramírez, Catalina Salazar, Natalia Escamilla, Jacinta Fernández y Aranza Nacenta. (Abajo) Jimena Gómez, Natalia Manzur, María Martínez, Daniela Aceves y Sofía Fernández.

Jóvenes y universitarios de distintos colegios del sur de la Ciudad, como Prepa Anáhuac, Prepa UP, Colegio Oxford, Ver- mont, Francés, Greenhills y Highlands, entre otros, participaron en la edición número cuatro de la Copa RC en las instalaciones de la Universidad Anáhuac México Sur.

Con un total de seis partidos disputados en dos días, los apasionados del futbol participaron en las dos categorías, divididas entre mujeres y hombres.

Isabela y Alexa Olvera junto a Majo Pinedo
Jonathan Rydberg y Gonzalo Lobeira

“Me encanta este deporte desde hace mucho, siento que en éste se forma una gran familia porque nos apoyamos entre todas, la amistad que tenemos es increíble y nos divertimos”, contó Sofía Fernández, estudiante de la Prepa UP e integrante del equipo ‘Ripcurl FC’, el cual ganó frente a ‘Área 51’, de la misma escuela, y con ello pasaron a semifinales.

Rodrigo Llaneza y Fernando Tena
Mateo Huerta y Ana Pamela Pérez

Javier Zavala, coach de esta cuadrilla, aseguró que este torneo es relevante porque combina la religión y la familia con una de las disciplinas físicas más queridas en el país, además de que se fomentan valores como el respeto, humildad y constancia.

Luis Oñate y Victoria Cervantes
Gustavo León, Paola Rodríguez y Ana Cristina León

A su vez, los padres de familia se mostraron orgullosos del trabajo de sus hijos en las canchas y aseguraron que es importante apoyarlos desde pequeños.

“Yo noté que desde niña, mi hija se interesó en esta actividad y la respaldé en todo momento, siento que debemos estar con ellos tanto mental como emocionalmente, sobre todo en estos tiempos”, platicó Tere Velázquez, madre de Natalia Manzur

Natalia Manzur

Después de una pausa en la que se dio una misa y los participantes aprovecharon para tomar un refrigerio y cargar pilas, los juegos se retomaron y los goles se hicieron notar.

“Este deporte es muy padre, además de hacer ejercicio, convives con otros chicos y cada encuentro es un trabajo en equipo que nos ayuda a desarrollarnos”, dijo Alexa Olvera, estudiante del sexto de prepa del Colegio Vermont e integrante del equipo ‘Hijas del Bellaqueo’.