Pasaron 30 años para que una jugadora checa se coronara en Roland Garros y Barbora Krejcikova hizo la odisea.
Desde que Hana Mandlikova se consagró en la edición de 1981, había una larga sequía que rompió y coronó dos extraordinarias semanas en París con una victoria por 6-1, 2-6, 6-4 sobre la cabeza de serie número 31, Anastasia Pavlyuchenkova.