El inmueble como tal comenzó a ser construido en 1914, se planeó entonces que sería una escuela primaria diseñada por el ingeniero Alfredo Navarro Branca. 

Se supone que construirían dos edificios llamados Constitución y Reforma, este último es actualmente el Museo de las Artes, de estilo ecléctico academicista, una corriente arquitectónica que tuvo su máximo exponente en la Francia del siglo 19. 

Por diversas razones, el proyecto quedó inconcluso y años después el Gobierno de Jalisco modificó el proyecto para convertirlo en sede del Congreso del Estado por lo que harían adecuaciones arquitectónicas a cargo de los afamados ingenieros Aurelio Aceves y Rafael Urzúa. 

Esto nunca sucedió. 

El edificio ya terminado partió de conceptos de la arquitectura clásica con cuatro fachadas distintas cada una con un ingreso distinto, con sus escalinatas y acabados en torno a una gran cúpula central. 

En 1934, todavía sin ser concluida la obra, el inmueble se destinó a la enseñanza superior, ya que el edificio fue destinado a la Universidad de Guadalajara, de la cual fue sede desde el 20 de noviembre de 1937. 

Antes de eso, José Clemente Orozco realizó en el corazón del edificio un mural que forma parte de una serie de trabajos que el artista, ya para entonces consagrado, hizo en Jalisco, su estado natal. 

Comenzó en 1935 en lo que luego llamarían Salón Enrique Díaz de León, en nombre del que fue tres veces rector de la Universidad. 

Pintó en suma dos murales: El hombre, creador y rebelde en la cúpula y El pueblo y sus falsos líderes en el muro principal.

Los murales resultaron ser todo un reto, ya que fue la primera vez que Orozco pintó en una superficie cóncava, donde quizá ensayó técnicas que le llevarían a pintar obras tan icónicas como El hombre de fuego. 

Estos murales son la razón más importante de que el Museo sea considerado inmueble de valor patrimonial para el Estado. 

Estos representan las funciones de la Universidad y hacen una crítica también a falsos líderes sociales de izquierda que manipulan a las masas hambrientas.

Como Museo el espacio fue inaugurado el 10 de octubre de 1994, con un concepto museográfico del arquitecto Gonzalo Villa Chávez al principio solo en la planta baja del edificio. 

Su objetivo era difundir las artes plásticas y visuales del estado de Jalisco y expusieron artistas como Javier Arévalo, Lucía Maya, Marcos Huerta, Jaime Tafoya, Gabriel Mariscal y Martha Pacheco, por mencionar sólo algunos.

En el 2013, después de un periodo de remodelación de cinco semanas el MUSA se amplió al doble para servir ya enteramente como un museo: actualmente, el edificio del MUSA comprende poco más de mil 435 metros cuadrados, 14 salas de exposiciones temporales, dos salas para talleres, el auditorio Paraninfo Enrique Díaz de León, un patio de usos múltiples, una cafetería y una tienda.

Información: Alejandra Carrillo Fotos: Ángel Llamas