1. PLANIFICA TUS HORARIOS

La temporada de lluvias en la Ciudad va de junio a octubre. Sin embargo, las precipitaciones no suelen extenderse a lo largo de todo el día, de hecho, en la mañana y después de las 19:00 horas es cuando se reduce la probabilidad de éstas.

Lo ideal es que, en la medida de lo posible, hagas tus recorridos durante los horarios con menor riesgo. En caso de que la tormenta te agarre desprevenido, recuerda que puedes viajar con tu bici en los vagones del Metro después de las 22:00 horas de lunes a sábado.

2. IMPERMEABLE A LA MANO

Para rodar bajo la lluvia, recuerda cargar con una capa de plástico o poncho plegable. Existen opciones tan compactas que pueden guardarse en una cartera. También puedes optar por una chamarra de materiales impermeables.

3. EQUIPA TU BICICLETA

Para evitar ensuciarte con el agua que rocían las llantas, deberás contar con salpicaderas, principalmente la que va ubicada sobre la llanta trasera.

4. CUIDA EL MANEJO

Con la lluvia, tus llantas perderán adherencia sobre el pavimento y las coladeras, por lo que debes extremar precauciones. Reduce tu velocidad y sé muy cuidadoso al dar vuelta. Manténte al pendiente de superficies mecánicas como alcantarillas y registros para que, tanto como te sea posible, no tengas que pasar sobre ellas, pues puede ser muy peligroso. Evita también pasar por charcos, pues podrían ocultar un bache.

Lo ideal es que, en la medida de lo posible, hagas tus recorridos durante los horarios con menor riesgo. En caso de que la tormenta te agarre desprevenido, recuerda que puedes viajar con tu bici en los vagones del Metro después de las 22:00 horas de lunes a sábado.

5. ATENCIÓN AL FRENADO

Recuerda reducir la velocidad con anticipación y no de último minuto. Evita utilizar el freno delantero, especialmente en áreas resbalosas como en superficies marcadas en el pavimento. Para secar los frenos de la bicicleta, puedes frenar varias veces seguidas, lo que mejorará su respuesta.