SE DESLIZA POR SU SUEÑO

En agosto de 2019, y al poco tiempo de haber dejado de lado su antiguo empleo, Andrés Valencia dio un gran salto dentro de su carrera de esquiador, al participar en una de las pistas más difíciles del mundo, en Perisher, en las montañas nevadas de Australia.

A dos años de aquel reto, el egresado de Negocios en la Universidad de Bentley, en Boston, no sólo logró su meta de competir profesionalmente, sino que cumplió su sueño de paticipar y llegar a la final del Campeonato Mundial de Esquí 2021.

Por lo que ahora, satisfecho por su papel, regresó a México para volver a una actividad laboral similar a la que dejó cuando empezó su aventura.

“Ha sido una historia inspiracional, como ejemplo de que puedes salir del sistema, status quo, de las normas sociales o lo que deberías hacer, pues no necesariamente vas a seguir una dirección de éxito que no es tuya, sino que es de alguien más o la sociedad”, dijo el exatleta de 30 años, de la categoría freestyle moguls.

“Se trata de ser honesto contigo mismo, con lo que te gusta, enfrentar los miedos y poder dar el paso a perseguir tu pasión, aunque no implique trabajar de eso, como en este caso”. Su historia con el deporte se remonta a sus tempranos 5 años de edad, época en la que viajaba una vez al año a Vail, Colorado, para adquirir las habilidades necesarias para ser un buen esquiador; sin embargo, fue hasta los 15 cuando comenzó a tomarlo con una perspectiva de hacerlo al mejor nivel.

“Yo abandonaba a mis amigos, me iba a dar vueltas a la pista de bumps (o baches), porque quería mejorar, y ahí se me metió a la cabeza el convertirme en el mejor esquiador mexicano del mundo”, mencionó Andrés, quien además disfruta tocar el piano en sus tiempos libres.

Mientras seguía creciendo, la idea de trascender en esta disciplina germinó en su cabeza, hasta que ya de adulto tomó la decisión de hacerlo de forma profesional, aunque para ello contaba con el tiempo encima, pues los competidores más jóvenes de esta categoría de freestyle llegan a tener desde 17 años de edad.

Además, circunstancialmente, su trayectoria como esquiador en esta rama marcó un hito, pues estuvo presente como el único atleta de toda Latinoamérica en el pasado Campeonato Mundial de Esquí, en Kazajistán, justa en la que obtuvo un histórico pase a la final.

“Sentía esta responsabilidad de cargar con la Bandera tricolor, porque a donde voy saben que soy ‘el mexicano’, y gracias a ello me di a conocer muy rápido, pues algunos nunca habían visto a alguien de mi País en esas instancias”, platicó.

"Me gustaría inspirarle a las personas el valor de tomar riesgos en la vida, de una decisión como la que yo hice, por perseguir un sueño”.
ANDRÉS VALENCIA

Mientras seguía creciendo, la idea de trascender en esta disciplina germinó en su cabeza, hasta que ya de adulto tomó la decisión de hacerlo de forma profesional, aunque para ello contaba con el tiempo encima, pues los competidores más jóvenes de esta categoría de freestyle llegan a tener desde 17 años de edad.

Además, circunstancialmente, su trayectoria como esquiador en esta rama marcó un hito, pues estuvo presente como el único atleta de toda Latinoamérica en el pasado Campeonato Mundial de Esquí, en Kazajistán, justa en la que obtuvo un histórico pase a la final.

“Sentía esta responsabilidad de cargar con la Bandera tricolor, porque a donde voy saben que soy ‘el mexicano’, y gracias a ello me di a conocer muy rápido, pues algunos nunca habían visto a alguien de mi País en esas instancias”, platicó.

Actualmente, con la dicha de haber concretado su ilusión, incursionó en un modelo de negocio con el que da acceso a sus clientes a instalaciones de fabricación de grado farmacéutico, en el que financía la inversión bajo un esquema tipo coworking, logrando una mayor disponibilidad de terapias innovadoras y medicamentos más asequibles accesibles a los pacientes mexicanos.

Sin embargo, el sentimiento por su pasión sigue intacto y no piensa dejarla, y, al mismo tiempo, contagiar a que más personas se arriesguen al igual que él y se deslicen hacia sus más anhelados sueños.

“No hay que posponer ciertas experiencias que quieras regalarte y, si tienes la oportunidad hoy de realizarla, toma la decisión, porque en el futuro no sabes si lo vas a poder a hacer”, compartió.

“Lo que me queda a mí es seguirlo disfrutando como antes lo hacía, durante las vacaciones de una manera más enfocada en la diversión, no tan exigente con coaches y entrenamientos, sólo disfrutarlo”.