El Estadio Azteca vio a Pelé y a Maradona obtener la inmortalidad y ahora espera a las próximas grandes figuras del futbol mundial.

En 2026, se convertirá en el único inmueble con tres Copas del Mundo, tras atestiguar memorables partidos ya sea de la Selección de Brasil campeona en 1970, de Argentina en 1986 o bien de la Selección Mexicana en ambas competencias.

De sus 19 partidos de Mundial, hay algunos momentos que han quedado para la eternidad como los que te presentamos en CANCHA.

PRIMERA GOLEADA DEL TRI

La Selección Mexicana siempre sufrió en Copas del Mundo, por eso fue un auténtico bálsamo aquel 4-0 contra El Salvador, un 7 de junio de 1970.

Javier Valdivia con un doblete, Javier Gonzalo Fragoso y Juan Ignacio Basaguren marcaron los goles en una tarde en la que por fin los mexicanos supieron lo que era estar del lado protagónico.

No hay que olvidar que México obtuvo su primer punto en Mundiales en 1958 y su primera victoria en 1962, contra Gales y Checoslovaquia, respectivamente.

EL PARTIDO DEL SIGLO

Cinco goles en la prórroga, ese ingrediente convirtió al Italia-Alemania, en la Semifinal del Mundial de 1970, en uno de los partidos más espectaculares de la historia y catalogado así como “el partido del siglo”. El juego no fue apto para cardiacos. El italiano Roberto Boninsegna anotó al 8′, pero Karl-Heinz Schenellinger empató al 90′, en un aviso de la locura en que se convertiría el encuentro.
 
Al 94′, el histórico Gerd Müller adelantó a los alemanes, pero Tarcisio Burgnich y Luigi Riva marcaron al 98′ y 104′. A pesar de que Müller igualó al 110′, un minuto después Gianni Rivera marcó la quinta anotación en un lapso de esos 21 minutos de locura aquella tarde del 17 de junio. Por cierto, aquel partido lo pitó el naturalizado mexicano Arturo Yamasaki.

EL INMORTAL PELÉ

Brasil despedazó a Italia en la Final del Mundial de 1970.
 
Basta con ver las imágenes para apreciar a uno de los equipos más demoledores de la historia, que jugaba por nota y que se coronó gracias a los goles de Pelé, Gerson, Jairzinho y Carlos Alberto, mientras que por los europeos descontó Roberto Boninsegna aquel 21 de junio, en un contundente 4-1.

LA TIJERA DE NEGRETE

Manuel Negrete marcó uno de los goles más espectaculares en la historia de los Mundiales, aquella tijera inolvidable en los Octavos de Final contra Bulgaria, en una doble pared. En el festejo, Javier Aguirre le dio un jalón de cabellos, también memorable. Aquel 15 de junio de 1986, la Selección Mexicana clasificó por primera vez al quinto partido (en 1970 avanzó a Cuartos, pero no había ronda de Octavos). El Tricolor se impuso 2-0; la otra anotación fue cortesía de Raúl Servín.

LA MANO DE DIOS

Para algunos es la mayor trampa del futbol y para otros el mejor ejemplo de la picardía, pero lo cierto es que sólo Diego Armando Maradona era capaz de consumar tal acto y salir bien librado.
 
El primer gol de aquel triunfo de Argentina en Cuartos de Final del Mundial de 1986, 2-1 sobre Inglaterra, fue una monumental mano del chaparrito capitán de la Albiceleste, quien superó a un atónito Peter Shilton.
 
Maradona confesó, en la conferencia de prensa posterior al partido, que había anotado “un poco con la cabeza y un poco con la mano de Dios”, temeroso de que en caso de reconocer la trampa la FIFA decretara la derrota de su equipo. 

EL GOL DEL SIGLO

La anotación más prodigiosa en la historia de las Copas del Mundo se produjo un 22 de junio de 1986, aquella tarde en el Estadio Azteca en la que Diego Armando Maradona sembró a cuanto inglés se le puso en el camino, en “la jugada de todos los tiempos”, como la bautizó el narrador Víctor Hugo Morales.

Argentina se impuso 2-1 a Inglaterra gracias a “la mano de Dios” y al llamado “gol del siglo”.

LA CONSAGRACIÓN DE DIEGO

 
Diego Armando Maradona rompió en llanto cuando César Luis Menotti lo excluyó del Mundial de 1978, celebrado en Argentina.
 
Ocho años después, fue el capitán de La Albiceleste (por encima de Daniel Pasarella), y respondió como tal en momentos clave, como aquella Final contra Alemania Federal, un 3-2 con goles de José Luis Brown, Jorge Valdano y Jorge Luis Burruchaga; por los alemanes anotaron Karl-Heinz Rummenigge y Rudi Völler, aquel 29 de junio de 1986.