1. Arma un plan financiero antes de que nazca tu bebé
Para tener finanzas sanas, lo primero es hacer un presupuesto familiar que incluya los ingresos y gastos fijos, como renta o hipoteca, servicios básicos, transporte y alimentos, así como las deudas que se tengan.
Hacer esto es importante para conocer la capacidad de pago que se tiene, ajustar el presupuesto y liquidar las deudas, así como también eliminar “gastos hormiga”, es decir, compras innecesarias, debido a que ahora se deberán tomar en cuenta nuevos gastos, como visitas al médico, el parto y productos para el bebé.
Además, si no se tiene un fondo de emergencia, hay que comenzar a crearlo, ya que es dinero ahorrado que será usado únicamente para imprevistos, como emergencias médicas y casos de fallecimiento.
2. Prioriza un seguro de vida
Una vez que nació el o la bebé, comienza un plan financiero para su futuro, iniciando con el seguro de vida, esto dará mayor certidumbre a su bienestar, pero no sólo para el nuevo integrante, sino para toda la familia.
3. Asegura su educación
Todos los niños crecen, y lo recomendable es que desde pequeños de planee cómo será pagada su educación. Por ello, lo mejor es empezar a tener un fondo educativo para garantizar sus posibilidades de tener una carrera profesional y buena calidad de vida.
4. Contrata un seguro médico
La atención médica es primordial para los hijos y la pareja, por lo que contar con un seguro médico permitirá que en caso de algún accidente o enfermedad, se puedan cubrir los gastos hospitalarios y medicamentos.
Antes de contratar un seguro, investiga cuál te conviene y si se adecua a las necesidades y presupuesto.