Si han leído la novela “Como Agua Para Chocolate”, sabrán de la relación que existe entre la protagonista y la cocina, y algo así es lo que sucede en la vida de María Paola Núñez, quien tiene cierta confidencia con los ingredientes que utiliza para sus platillos.
“Mucha gente me ha comentado que les recuerdo a esta obra de Laura Esquivel y, claro que hay cierta vibra que la remite, pero creo que la diferencia principal radica en el tipo de narrativa, ya que en el libro hay mucho realismo mágico, más allá de las metáforas”.
“La autora, por ejemplo, nunca ha hablado en primera persona a través de la calabacita o la sopa, aunque la comparación es inevitable, puesto que tengo historias del estilo y mezclo la gastronomía con la literatura”.
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Y aunque no hayas ojeado el texto o visto a la película, basta con echar un vistazo al feed de Instagram de la joven de 25 años, @mandoka__, para darse cuenta del concepto y estilo que imprime, el cual fusiona la delicia y los aromas de un buen plato con el lado más poético de la vida.
Este proyecto, que ya tenía tiempo en el horno, tomó forma al inicio de la pandemia, durante su estancia en Nueva York, cuando la cuarentena le permitió explorar más a fondo su lado culinario, siempre con ese toque vintage que la caracteriza.
“Ya tenía la idea de empezar algo que tuviera que ver con recetas, un blog o una página web; entonces, cuando me quedé estancada aquí por el coronavirus, me distraía cocinando, ponía musiquita y ese era mi escape”.
“Fue el momento perfecto para iniciar el proceso creativo: dibujé el logo, elegí la gama de colores y unas fotos que tenía guardadas, hice un feed, mis amigos me siguieron y así fue como todo arrancó”.
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Al igual que la realización de un plato fuerte, el crecimiento en sus redes sociales se dio paso a paso y a prueba y error, tras encontrar los condimentos ideales para triunfar, pues el hilo conductor de su propuesta se rige en el slow living.
“Mandoka tiene una identidad muy marcada, que tiene que ver con los placeres sencillos de la vida, tratar de no correr todo el tiempo y desconectarse un rato; además, siempre intento comprar empaques biodegradables y evito los edulcorantes”
Todo esto lo demuestra en sus videos, pues, aunque su estilo remite a la old school, es la tecnología la que le ha permitido un mayor alcance gracias a Instagram, plataforma en la que tiene más de 270 mil seguidores, y TikTok, en la cual cuenta con más de 2 millones.
La creadora de contenido comparte quiénes son las personas que le generan fascinación en la cocina y lo personal.
Mimi Thorrison
El estilo de la foodie blogger es inspirador para María Paola, principalmente, por su toque orgánico, impecable, clásico y natural. Su vida en el campo de Torino, Italia, le parece espectacular.
Jamie Oliver
Cuando siguió su canal de YouTube, el chef estadounidense se convirtió en uno de sus favoritos por su técnica de cocinar con las manos, sin necesidad de que cada platillo salga perfecto, sino que su sabor sea lo que destaque.
Elizabeth Maya
Fuera del ámbito profesional, su abuela es de las personas que más admira, logró una vida feliz, libre de estrés, sin permitir que los sucesos negativos afecten su paz mental ni forma de pensar de las nuevas generaciones.
“Un amigo me dijo que cuando la gente menciona que eres un alma vieja, no significa que tengas la mentalidad de otra época, sino que tu manera de expresar y hablar es porque has tenido muchas vidas pasadas, que no es la primera vez que han pisado el mundo y por eso aparentamos ser mayores”
"Este tipo de fenómenos determinan si entras en ese estereotipo, pero no necesariamente va con el tema de ser impráctico, como hacer todo a mano o sudar haciendo mole en un metate; si hay una licuadora, la usas, eso mismo pasa con el internet.
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Ahora, con su reciente regreso a la Gran Manzana, su misión es continuar con la creación de contenido digital, pues, para su fortuna, su más grande hobby, la cocina, se ha convertido en su principal trabajo y fuente de ingreso.
La mandoca es un platillo venezolano en forma de anillo, hecho con harina de maíz y plátano maduro; se come frito y bañado en queso blanco salado. María Paola creció con este alimento, como desayuno o snack, que preparaba su familia.