Miles de familias estadounidenses, abrumadas por la inflación de 9.1%, la más alta en 40 años, se forman a diario en bancos de alimentos para recibir una caja con frijoles, mantequilla de maní y arroz.
Con los precios de la gasolina al alza junto con los costos de los comestibles, muchas personas buscan alimentos caritativos por primera vez, y más llegan a pie.