Controló lo poco que le llegó. Si acaso titubeó en una salida al jugar con los pies.
Mantuvo a raya a Alexis Canelo y se sumó al ataque, aunque le faltó meter buenos centros.
Por aire, impasable, pero un titubeo le costó una amonestación. Creó una ocasión de gol.
Correcto en el juego aéreo y aceptable en los duelos individuales. Voló un disparo al arco rival.
Batalló en el duelo con Montecinos y cometió faltas innecesarias por la espalda. Deficiente con el balón.
Tocó la pelota 40 veces y perdió la posesión en 17. Falló una clara ocasión de anotar.
Seguro en pases, aunque la mayoría en corto. Sin la firmeza necesaria, aportó poco al ataque.
Entró muy poco en juego, el balón casi no pasó por él. Le anularon un gol.
El mejor jugador del partido. Desbordó siempre que lo intentó para lanzar centros. Anotó el gol del triunfo.
Intentó crear peligro, pero sus servicios fueron erráticos, en general. No hizo tiros a gol.
No se le vio cómodo ni en punta ni cuando retrasó su posición. Estuvo lejos del arco.
Ingresó por Thauvin al 56′. Entró enchufado y creó ocasiones de gol, de inmediato.
Relevó a López al 56′. Mostró que tiene potencia, pero falló en el área.
Sustituyó a Vigón al 70′. Tomó la manija del equipo e inclinó la cancha a favor.
Entró por Fulgencio al 81′. Tuvo movilidad, pero poca efectividad para hacer daño.
Después de un mal primer tiempo, corrigió la plana con el ingreso de Quiñones y, en especial, del ovacionado Carioca.