SU LEGADO: EL AUXILIO A LOS COMBATIENTES
Aunque se le recuerda, principalmente, como la esposa del Presidente Francisco I. Madero, Sara Pérez Romero fue una de las principales promotoras, en 1911, de la Cruz Blanca Neutral por la Humanidad, una organización para el auxilio de los combatientes en el campo de batalla.
Bajo el liderazgo de la activista feminista Elena Arizmendi, la Cruz Blanca se componía por médicos, enfermeras y voluntarios que socorrían a los heridos, como una alternativa a la Cruz Roja, entonces bajo el mando porfirista.
La organización promovida por Sara Pérez Romero tuvo su primera acción importante en la toma de Ciudad Juárez por parte de las tropas maderistas, pero también fue de gran ayuda para los heridos del terremoto del 7 de junio de 1911 en Iguala, Guerrero.
La labor de la activista para auxiliar a los soldados trascendió incluso esta organización, como elogió el General de División Francisco L. Urquizo:
“Era admirable. Fue ejemplo de abnegación y virtudes. Hondamente se preocupó por la situación económica de los soldados, a quienes trató como hijos. A veces nos llevaba hasta cobijas a nosotros, los soldados de la guardia presidencial de Madero”.
Francisco L. Urquizo, citado por el historiador Francisco Suárez Farías en su artículo “Una mujer en la historia: Doña Sara Pérez de Madero”.
El féretro de Sara Pérez Romero, señalan las crónicas de la época, estaba cubierto por la bandera de la Cruz Blanca Neutral por la Humanidad con la leyenda: “Por la Humanidad”.
SU HISTORIA
Sara Pérez Romero, conocida popularmente como “Sarita”, nació en San Juan del Río, Querétaro, en 1870.
Nacida en una familia aristocrática, estudió en el Colegio de Notre Dame, en California, donde conoció a Mercedes y Magdalena Madero, hermanas de quien sería su esposo, Francisco I. Madero.
Su apoyo a la causa antirreeleccionista trascendió el mero apoyo a su marido, pues sus cercanos reconocían su identificación ideológica inamovible por la instauración de la democracia en el País.
La prensa oficialista de la época, recuerda el historiador Francisco Suárez Farías, hacía mofa de su inquebrantable apoyo a su esposo, llamándola “Sara P. de Madero”, un juego de palabras de “Sarape de Madero”.
Sin importarle el escarnio, Pérez Romero apoyó a Madero incluso desde la prisión, pues decidió ser encerrada con su esposo cuando éste fue encarcelado en Monterrey en 1910.
Tras el asesinato de Madero, en 1913, la activista tuvo que exiliarse en Cuba y Estados Unidos, de donde regresó, por instrucciones de Venustiano Carranza, en 1915.
Sara Pérez Romero falleció el 31 de julio de 1952 en su casa de la colonia Roma, luego de una larga viudez de 39 años.
REIVINDICACIÓN
El 22 de enero de 2022, luego de ser largamente ignorada como una protagonista de la causa revolucionaria por cuenta propia, una estatua de Sara Pérez Romero fue develada en el llamado Paseo de las Heroínas.
Sobre la Avenida Paseo de la Reforma, la acompañan Carmen Serdán, Juana Belén Gutiérrez y Matilde Montoya.
Fuente: “Una mujer en la historia: Doña Sara Pérez de Madero”, de Francisco Suárez Farías. IMÁGENES: Museo Nacional de Agricultura * Flickr Tu Bicentenario * https://artsandculture.google.com/ * Mediateca INAH * https://unamglobal.unam.mx/ * SHCP