Bomberos y rescatistas trabajan con apoyo de expertos y equipamiento de emergencia enviado por México y Venezuela para tratar de sofocar el fuego. Estados Unidos, con el cual la isla tiene una relación difícil, ofreció un asesoramiento técnico que Cuba aceptó, pero hasta ahora no se ha materializado.
Las autoridades informaron que se instaló una bomba de gran porte que operan cubanos, venezolanos y mexicanos y que alimenta varios cañones que inyectan agua a presión, al tiempo que helicópteros y aviones también intentan sofocar el incendio y enfriar los tanques.
Especialistas en construcciones militares depositan tierra como contención para evitar derrames de combustible. Tres helicópteros del Ejército recogen agua en la cercana bahía y la vierten sobre la zona del incendio, en un intento por evitar la expansión de las llamas, luego del derrame de combustible que llegó hasta la maleza circundante.