Duane Cochran, hijo de inmigrantes de la caribeña isla de Guadalupe, hizo de México su patria.

El coreógrafo, bailarín y pianista Duane Cochran llegó a México a finales de la década de los 70. Originario de Detroit, Estados Unidos, arribó a Xalapa, Veracruz, para visitar a unos amigos de la Universidad de Michigan.

Su plan de permanecer dos semanas se alargó a dos meses y luego quedó atrás la prestigiosa Juilliard de Nueva York; ingresó a la Orquesta de Cámara de la Universidad Veracruzana, y se topó también con el amor.

Poseedor de un espíritu aventurero y con un México en efervescencia cultural, con los años de esplendor del Festival Internacional Cervantino y el surgimiento de nuevas orquestas, el coreógrafo decidió quedarse.

Bernardo Benítez sería su maestro de danza, y el Ballet Danza Estudio su primera compañía, donde llegó a ser bailarín principal.

El coreógrafo Bernardo Benítez fue maestro de Cochran en sus inicios en México.

"Cuando pienso en la danza, pienso en volar, en esa sensación de libertad. La danza ha sido un instrumento vital".

Duane Cochran trabajaba de tiempo completo con la OFUNAM y la Filarmónica de la Ciudad de México. Faltaba en su rompecabezas la coreografía y así nació Lazos, una obra con tres duetos alrededor de la pareja que montó con sus amigos.

Foto: Ernesto Reynoso / Cortesía Aksenti.

"En esa época me basaba mucho en el movimiento; mi trazo y composición coreográficos era sobre la partitura. La música, hasta la fecha es primordial, ya no construyo las obras tanto sobre la partitura".

Lazos ganó el Premio Nacional de Danza Contemporánea INBA-UAM y ese fue también el inició de Aksenti Danza Contemporánea.

A lo largo de tres décadas ha creado casi 50 obras. Le reserva un lugar especial a Nisi Dominus, con la que celebró 25 años de la compañía. Una pieza en dos actos unidos por la sangre, un juego de opuestos, entre el bien y el mal.

Con la danza y la música en su ADN, Aksenti es una de las compañías más sólidas de la escena dancística nacional. Su aportación ha sido el peso dado a la música en las obras, producto de la formación de Cochran.

"Somos de las pocas compañías de danza contemporánea que han logrado hacer obras con música en vivo, con orquesta".

Desde que tiene memoria, cuando tocaba o aprendía una partitura, a Cochran le surgían en la cabeza imágenes en movimiento y de bailarines, un signo que definiría su destino.

Para el festejo en el Palacio de Bellas Artes presentarán el programa Huellas D1 Historia, integrado por cuatro obras que recorren el universo creativo de Cochran: Down Under (2009), con música del compositor Mario Lavista; El cartero (1995), Arrullo (1992) y Ku-Ka Llimoku (1996)

"Treinta años para una compañía de danza contemporánea independiente significan un paradigma para las nuevas generaciones; se traducen en esfuerzos, satisfacciones y lecciones colectivas y particulares que han permitido a Aksenti Danza Contemporánea seleccionar sus buques insignia y darles vela en los más importantes recintos de nuestro país donde construimos nuestra historia".

TOMA NOTA

 

  • Qué: Huellas D1 Historia, con Aksenti Danza Contemporánea
  • Dónde: Palacio de Bellas Artes
  • Cuándo: Martes 16 de agosto, 20:00 horas

IMÁGENES: www.aksentidanza.com * REFORMA / Archivo