Horas después del ataque a Rushdie, no se había dado a conocer una causa oficial del suceso, pero éste podría estar relacionado con la ‘fatwa’ que el entonces dirigente religioso de la República Islámica de Irán, Ruholla Jomeini, emitió contra el autor a finales de los 80, quien fue acusado de blasfemia por su libro Los versos satánicos.
¿QUÉ ES UNA FATWA'?
En el lslam, el término fatwa se refiere a un edicto religioso que presenta una interpretación, desde el punto de vista legal, por parte de un académico calificado.
El “mufti”, o especialista en la ley islámica, usualmente emite una fatwa para resolver una pregunta planteada por ciudadanos u otros órganos religiosos.
Sólo las interpretaciones más radicales del Islam, como la del régimen autoritario de Irán de Jomeini, consideran que ésta es una sentencia obligatoria e incuestionable. Para el resto de los musulmanes, distintas fatwas, como cualquier argumento legal, pueden contradecirse entre sí y no representan un mandato divino.
¿POR QUÉ LA FATUA SOBRE RUSHDIE?
El 14 de febrero de 1989, el ayatolá Ruholla Jomeini llamó a “todos los valientes musulmanes” a asesinar a Salman Rushdie y a sus editores por considerar que su novela Los versos satánicos blasfema contra el Islam. El edicto se realizó a través de Radio Teherán para toda la comunidad musulmana.
"Informo a todos los valientes musulmanes del mundo que el autor del libro Los versos satánicos, que está en contra del Islam, el Profeta y el Corán, así como todos los involucrados en su publicación, que están conscientes de su contenido, han sido sentenciados a muerte".
Ayatolá Ruholla Jomeini
Días después, el Gobierno de Irán ofreció una recompensa millonaria para quien ejecutara la sentencia.
¿QUÉ DICE LOS VERSOS SATÁNICOS?
Contrario a la naturaleza legal de una fatua, la sentencia sobre Rushdie no expone argumento razonado alguno sobre por qué el libro es considerado blasfemo, por lo que las interpretaciones de la supuesta ofensa son múltiples.
Publicada en 1988, Los versos satánicos es la cuarta novela de Rushdie y está escrita en un tono que ha sido comparado con el realismo mágico de autores como Gabriel García Márquez y que se aproxima, desde la sátira, a la épica.
Su compleja historia, de varias capas, rara vez es explicada a cabalidad, lo que ha provocado una confusión general sobre su contenido.
En su trama central, la novela trata sobre dos musulmanes de la India que viven en Inglaterra, Gibreel y Saladin, que se conocen en un avión con destino a Londres. Luego de un ataque terrorista que hace explotar la aeronave, ambos son transformados en el Arcángel Gabriel y en el demonio, respectivamente, mientras caen al océano.
La parte de la trama que, se cree, desató la fatua, es un sueño del Arcángel Gabriel en el que Rushdie, en clave de sátira, hace una revisión de la historia del Islam a partir de un personaje, basado en el profeta Mahoma, llamado Mahound.
¿POR QUÉ LOS VERSOS SATÁNICOS?
En la trama de la novela sobre los sueños del Arcángel Gabriel, Rushdie hace alusión a una leyenda de la tradición islámica sobre unos versos que el Profeta Mahoma retiró del Corán al darse cuenta de que le habían sido dictados por el demonio haciéndose pasar por Dios.
El término “versos satánicos”, no obstante, surgió de académicos orientalistas del siglo 19 para hablar sobre esta leyenda, pero estas líneas retiradas del Corán son ampliamente conocidas por los musulmanes como “grullas”.
En un error de traducción tristemente costoso, la versión árabe que habría llegado al ayatolá Ruholla Jomeini mantuvo de manera literal la referencia a esta leyenda como “versos provenientes de Satán” y no como las “grullas” del Corán.
CONSECUENCIAS
Incluso desde antes de la fatua, el libro trajo consecuencias para Salman Rushdie y los involucrados en su publicación.
Un mes después de haber sido lanzado, las oficinas de la editorial Viking Penguin fueron inundadas con llamadas amenazantes para retirar el libro del mercado.
Apenas a un mes de su salida, la importación del libro fue prohibida en la India y, poco después, en Bangladesh, Sudán y Sri Lanka.
Ya en 1989, se llevaron a cabo protestas violentas en Paquistán y se organizaron quemas de libros en Inglaterra, donde algunas librerías también fueron atacadas.
Luego de la fatua emitida en Irán, Salman Rushdie tuvo que vivir casi una década bajo la protección de la Policía británica, sin revelar su paradero, y constantemente cambiando de ubicación.
La consecuencia más trágica, sin embargo, es el asesinato de Hitoshi Igarashi, traductor al japonés de Los versos satánicos, quien fue apuñalado una docena de veces el 12 de julio de 1991.
Un año después, el 11 de octubre de 1993, William Nygaard, editor en Noruega de la novela, fue herido de bala en un atentado afuera de su casa en Oslo y, por fortuna, logró recuperarse.
Aunque la fatwa fue retirada por el Gobierno de Irán una década después de la muerte del ayatolá Jomeini, organizaciones islámicas radicales han asegurado su vigencia y han elevado la recompensa por ejecutar la sentencia.
SÍMBOLO DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
El caso de la fatwa en contra de Salman Rushdie ha sido considerado uno de los casos más graves de atentados contra la libertad de expresión en la época moderna.
Numerosos intelectuales, artistas y defensores de derechos humanos han mostrado su apoyo al autor, quien se ha vuelto un defensor de la libertad de creación y pensamiento.
“PEN International utterly condemns the brutal attack on Salman Rushdie. Salman is an esteemed and celebrated author and beloved member of the PEN community" - Burhan Sonmez, PEN International President. Read the statement: https://t.co/1NKsfJV99Z #SalmanRushdie pic.twitter.com/wMbvnPLBEf
— PEN International (@pen_int) August 12, 2022
Los años más oscuros de la vida bajo la fatua, una amenaza que pareciera haberse cumplido, fueron relatados por Rushdie en su libro autobiográfico Joseph Anton (2012).
El volumen adquiere su título del nombre falso adoptado por el escritor para esconderse de sus persecutores, que está compuesto por los nombres de pila de los autores favoritos de Rushdie, Joseph Conrad y Anton Chéjov.
Esta elección de su nombre, a su vez, ha sido descrita como una reivindicación del poder de la literatura para consolar en tiempos oscuros.