En 2018 la WTA, organismo que rige el tenis femenil, anunció el cambios en la regla de clasificación especial, que entraron en vigencia a partir de 2019.
Según dicha regla, la clasificación de un jugadora se congela en caso de lesión, enfermedad o embarazo. Como parte de las modificaciones, las jugadoras que regresen de un embarazo o de una lesión prolongada podrán usar su clasificación especial en torneos adicionales y con fines de clasificación.
Para el embarazo, ese período de tiempo ahora comienza con el nacimiento, y las jugadoras pueden usar esa clasificación especial durante tres años.