LOS SIETE PECADOS DEL CORREDOR

Los corredores no están exentos de caer en tentaciones previo, durante y después de un maratón. Sin embargo deben considerar que la mayoría de ellas tienen un impacto en su rendimiento.

Por eso te presentamos siete de las faltas más comunes en las que incurre quien toma la salida de  un 42K, como el de la Ciudad de México, que se corre el próximo 28 de agosto, para que no caigas en ellas y disfrutes a plenitud tu carrera.

¡PÓRTATE BIEN!

Irte de fiesta, desvelarse, beber unos tragos o convivir en espacios cerrados con fumadores son condiciones contraindicadas para todo corredor antes de disputar una carrera, menos aún para enfrentar un maratón.

Procura evitar las reuniones sociales por lo menos tres semanas antes del maratón, pues el descanso, la alimentación e hidratación incompletas te afectarán en carrera.

Ten en cuenta que, además de la falta de sueño, las bebidas alcohólicas son diuréticas, por lo que te harán perder líquidos y afectarán tu rehidratación.

NO ESTRENES NI PRESUMAS

Nunca estrenes tenis ni ropa en una carrera, mucho menos si se trata de un maratón. El calzado aún no está “domado”, es decir amoldado al pie ni a la pisada, independientemente de que, como se recomienda, sea un medio número mayor a la talla que usas regularmente en zapatos.

Esto pese a que los tenis tengan una alta tecnología, tanto en el textil como en la suela, y que pudieran hacerlos muy cómodos.

Correr más de 42 kilómetros con unos tenis nuevos puede generar dolorosas ampollas, rozaduras o escoriaciones en talones, empeines y dedos.

CORRER SIN PROTECCIÓN

La ropa, por mucha costura plana que utiliza, puede llegar a producir rozaduras, y siempre debes utilizar vaselina en las zonas del cuerpo más expuestas a escoriaciones.

El roce que se genera en la entrepierna y las ingles por el constante movimiento de las piernas, así como las rozaduras propiciadas por la ropa, son lesiones de la piel generalizadas cuando se corre, sobre todo una distancia larga como la del maratón.

Para minimizar esto aplica vaselina u otra crema lubricante en la parte interna de los muslos, en las ingles, los costados, axilas y en tetillas o pezones; para mayor protección de estos últimos, colocar micropore haciendo una cruz sobre ellos y, en el caso de las mujeres, usa un sostén deportivo, algunos de los cuales traen protección adicional

¡CIERRA EL PICO!

La noche previa al maratón se celebra la denominada cena de carbohidratos, es decir el consumo de alimentos ricos en estos nutrientes, precisamente para tener la energía suficiente para la carrera.

Por esa razón, evita ingerir alimentos grasosos y condimentos, así como ingerir jugos u otras bebidas que le caigan pesadas al estómago y que afectarán tu rendimiento.

Un té, pan tostado y fruta, así como geles o gomitas energéticas, es lo más recomendable antes de iniciar el maratón.

¡AGUAS!

La hidratación es clave cuando se enfrenta un 42K. Un maratonista debe tomar líquidos cada determinado tiempo o kilometraje, por lo general cada 2.5 kilómetros, distancia a la que regularmente están colocados los puestos de abastecimiento, en los que encontrarás agua simple o bebidas isotónicas así como frutas, por lo regular plátanos y naranjas.

Aunque no tengas sensación de sed, debes beber líquidos para compensar los que se pierden con la transpiración o, incluso, por la orina, como llegan a hacer algunos corredores durante el trayecto.

PARAR DE INMEDIATO

Un maratón es una prueba extenuante aunque se haya tenido una preparación adecuada, y por eso muchos corredores literalmente se desploman al cruzar la meta y se quedan acostados para recuperarse.

Sin embargo, no es adecuado parar de inmediato, pues los músculos tienen que relajarse de manera pausada y la mejor forma de hacerlo es manteniéndose en movimiento, es decir, seguir caminando y luego hacer estiramientos y relajación antes de tenderse en las camillas en la zona de recuperación, si es que necesitas mayor atención

VOLVER PRONTO A CORRER

Por muy buen entrenamiento que hayas hecho para el maratón, no es recomendable una o dos semanas después vuelvas a correr, ni siquiera una prueba corta como un 5K, pues el organismo requiere descanso y recuperación.

Los siguientes días a un 42K se debe hacer descanso activo, es decir caminatas y trotes ligeros, hasta algunas sesiones de natación a baja intensidad, para que los grupos musculares se relajen y regeneren.