Completar una maratón, como el de la Ciudad de México, genera una satisfacción personal y una sensación indescriptible, y para recordar esa hazaña nunca falta por ahí una foto, la playera o el número de competidor.

Sin embargo hay un artículo muy preciado por los corredores que cruzan la meta de un 42K: su medalla de participación. No importa el material que estén elaboradas ni si tienen un cordel multicolor, son un tesoro para ellos porque los hace sentirse ganadores y al mismo tiempo parte de una comunidad.

Miguel Vargas puede presumir ser el único que tiene todas y cada una de las medallas, desde la primera edición del Maratón de la CDMX en 1983, y las muestra con orgullo y un dejo de nostalgia por todas las experiencias vividas en cada una de sus participaciones en el recorrido capitalino.

Echemos un vistazo a esas medallas que de alguna manera narran también la historia del Maratón de la Ciudad de México, y que han tenido al Ángel de la Independencia como imagen constante.