Cuando la Selección de Francia hizo los méritos suficientes para quedarse fuera del Mundial de Sudáfrica 2010, una “ayudadita” arbitral permitió a los Galos no perderse la justa.
En el partido de Repechaje entre Francia e Irlanda, Thierry Henry se apoyó de su mano para rescatar un balón en la línea final del área rival, y la jugada terminaría en asistencia para su compañero William Gallas, quien únicamente debió empujar el balón a un metro de la portería.
La anotación significaría el pase al Mundial para los Blues y la eliminación de los irlandeses.
A pesar de la mano evidente, los reclamos por parte de la Federación de Irlanda, y las peticiones por parte de los aficionados para que se repitiera el juego, la FIFA no hizo justicia y todo terminó sin consecuencias para los franceses.