Según explicó el experto, el proceso de aclimatación también se ha visto impactado por la constante presencia de personas sobre la rotonda, pues las pisadas próximas a la base compactan la tierra, lo que a su vez provoca daños en las raíces.
Sin embargo, según Ojeda, sí había indicadores favorables, como que las puntas de las ramas presentaran pequeños brotes y que las ramas sigan siendo flexibles.
Asimismo, el Gobierno capitalino arrancó en ese momento con la ampliación de la rotonda, donde se detalló que se aumentarían 7 metros en su diámetro: tres para áreas verdes y cuatro para guarnición.
En total se tendría 320 metros cuadrados de jardinera donde también se contempla la colocación de nueva señalización para mejorar la seguridad vial en el perímetro, un sistema iluminación y la conformación de un talud con la plantación de vegetación, con especies preferentemente nativas que atraigan a polinizadores.