El ganador del US Open de 2001, Lleyton Hewitt, se convirtió aquel año en el número del mundo más joven de la historia en su momento, superando por poco el récord establecido por Marat Safin el año anterior.
El australiano ocupó la cima del ránking durante 80 semanas, incluidas 75 consecutivas entre noviembre de 2001 y abril de 2003.