1. Catedral de Monterrey
2. Plaza de Armas (hoy Zaragoza)
3. Convento de San Andrés
4. Templo de la Purísima y panteón
5. Campos agrícolas

6. El Mirador
7. Río Santa Catarina
8. Cerro del Obispado
9. Ojos de Agua

En la zona de la Parroquia del Sagrado Corazón vivieron los primeros pobladores regios de 1596 a 1612.

BARRIO DE SANTA LUCÍA

El barrio más antiguo de Monterrey, porque surgió en la zona donde en 1582 Carvajal fundara la Villa de San Luis, que Montemayor repoblara a partir de 1596, es el Barrio de Santa Lucía, señala González Rodríguez.
 
“Se ubicaba en los terrenos al norte del Ojo de Agua Grande, donde ahora se ubica el Congreso del Estado y antes la desaparecida Alberca y luego Fuente Monterrey (Zaragoza entre Allende y Matamoros)”, especifica el cronista.
 
Ahí existía una capilla y la sede del Ayuntamiento. Se cree que estaban en terrenos de la actual Parroquia del Sagrado Corazón, en 5 de Mayo y Zaragoza, señala don Israel Cavazos (1923-2016), Cronista de Monterrey, en una entrevista de 1996.
 
También en esa área se hallaba el primer convento, dice González Rodríguez.
 
La traza fundacional abarcaba, además, los terrenos del actual Palacio de Gobierno y su Explanada de los Héroes.
 
Sin embargo, esa primera semilla urbana se “ahogó”. El historiador Santiago Roel (1885-1957) en su icónico libro “Nuevo León. Apuntes históricos” cuenta:
“Durante 1612 la población de Monterrey se cambió al sur de los Ojos de Agua con motivo de un desbordamiento del río Santa Lucía ocasionado por las lluvias torrenciales…”.

Abasolo, antes llamada Calle del Colegio de Niñas, muestra aún casas con el antiguo estilo norestense.

BARRIO DE TRIANA

El Barrio de Triana, antecedente del Barrio Antiguo, surgió tras el adiós a la llamada “ciudad vieja”, con el cambio hacia el sur de los manantiales y la nueva plaza que se trazó en lo que hoy es la Plaza Zaragoza.
 
Se estableció en la “ciudad nueva” la iglesia parroquial, hoy Catedral.
 
Trasladaron también del sur el convento, que se convertiría en el Templo de San Francisco-Convento de San Andrés en 1612, en la actual Calle Zaragoza y el Círculo Mercantil, y que fuera demolido en 1914.     
 
“Construyeron las Casas Reales, el antiguo Palacio Municipal, hoy Museo Metropolitano”, dice González Rodríguez.
 
Entre 1717 y 1725, se empieza a edificar la actual Casa del Campesino-Museo de Culturas Populares, que primero fue casa de gobernadores, luego hospital, colegio de niñas y hasta cuartel militar.
 
Se llamó Barrio de Triana al compararse con el tradicional barrio de Sevilla, famoso por sus alegres tradiciones.
 
“Era tanto el entusiasmo de la gente, y tanta la cultura y energía que se respiraba que sus propios habitantes comenzaron a llamar a estos callejones ‘El Barrio de Triana'”, señala Alicia Elizondo en el blog “Nuestro Barrio Antiguo”.
 
Un sitio para el comercio se desarrolló frente a la cara poniente del antiguo Palacio Municipal: la Plaza del Mercado, hoy Plaza Hidalgo.
El trajín de ése y otros mercados, como el de la Plaza Degollado (hoy en el cruce de Morelos e Hidalgo) impulsó a familias, entre las más adineradas del Barrio de Triana, a cambiar sus residencias a una zona entonces alejada del bullicio. Surgía otro barrio.

Casonas que sobreviven al tiempo frente a la Plaza de la Purísima.

BARRIO DE LA PURÍSIMA

La zona del Barrio de la Purísima fue llamada “el granero de Monterrey” por los muchos cultivos agrícolas que ahí se daban.
 
El nombre del barrio procede del culto a la Virgen de la Purísima Concepción que nació de un “milagro”, según un relato de principios del siglo 18.
 
Se cuenta que tras un mes de intensas lluvias, la zapatera tlaxcalteca Antonia Teresa llevó su imagen de la Virgen hasta la orilla del Río Santa Catarina a punto de desbordarse y las aguas retrocedieron.
 
La devota mujer fundó la capilla de la Purísima o “Virgen Chiquita” que con el tiempo se convertiría en templo parroquial y luego en Basílica.
 
Las casonas de ese barrio empezaron a edificarse alrededor del templo mariano, de la Plaza de la Purísima, antes llamada Plaza de la Llave y Plaza de los Arrieros, y por las actuales calles Hidalgo y Padre Mier.
 
Esta explanada, donde era tradición dominical el paseo de chicos y chicas, da espacio a una pieza histórica: La Fuente de los Delfines, obra de mármol que adornaba desde 1864 la Plaza de Armas (hoy Zaragoza).

Cerca de ahí se encuentra la histórica Casa del Mirador, donde el Presidente Benito Juárez se hospedó en 1864.
 
Tuvieron residencia en la zona, semilla de las colonias Mirador y Obispado, las familias Rivero, Peña, Saldaña, Madero, Mier, Rivero y Maiz, entre muchas otras.
 
Pocas de esas antiguas casonas sobreviven ahora.

Los límites actuales del Barrio del Roble serían Aramberri al norte y Juan Ignacio Ramón al sur. 

BARRIO DEL ROBLE

Con un puente sobre el Santa Lucía que mejoró el acceso hacia el norte y el proyecto de 1794 de Andrés de Llanos y Valdés, tercer Obispo de Monterrey, de una nueva Catedral, empezó a desarrollarse, aunque lentamente, otro barrio, el del Roble.
 
El nuevo templo mayor, del que sólo se levantaron unas paredes al retirarle el gobierno el apoyo económico, estaría en la antigua Calle del Roble (hoy Juárez) a la altura de la actual Tapia.
 
El nombre del barrio proviene del culto a la imagen de Nuestra Señora del Roble, pieza encontrada por una pastorcilla en el hueco del tronco de un árbol, en la primera mitad del siglo 17.
 
En el sitio del hallazgo (15 de Mayo y Juárez) se erigió en la década de 1780 una capilla. Para 1854 se empezó a construir consagrándose tres décadas después. En esos años, la Ciudad empezaría a extenderse más a la zona.
 
Al finalizar ese siglo le fue agregada al templo una bella cúpula, que cayó en 1905. Cincuenta años más tarde, la iglesia empezaría a renacer con su actual estilo basilical.
 
A finales del siglo 19, las “grandes fiestas” en diciembre eran muy populares en el Barrio del Roble.
 
“Durante esta temporada habrá toda clase de honestar diversiones y juegos no prohibidos por las leyes”, señala un aviso publicado por el Ayuntamiento el 15 de noviembre de 1890.
 
“Los preparativos, que desde ahora se hacen para el comercio y la animación que ya se nota en todas las clases sociales, hacen esperar que estas fiestas que se anuncian superen en importancia a las de años anteriores y ofrezcan a los negociantes mucho campo para celebrar brillantes y productivas transacciones”.

La Independencia, antes San Luisito, empezó a poblarse hacia la primera mitad del siglo 19.

¿Y EL SAN LUISITO?

Frente a estos cuatro barrios, al sur del Río Santa Catarina, otro barrio. el San Luisito, empezaría a formarse durante la primera mitad del siglo 19, señala González Rodríguez.
 
“Lo empezaron a habitar agricultores, zapateros, creadores de maletas de metal, artesanas del textil, pequeños ganaderos y comerciantes, hombres y mujeres en busca de mejores oportunidades de vida, la mayoría potosinos”.
 
La población creció con la contratación de cantereros, también de San Luis Potosí, que levantaron de 1895 a 1908 el Palacio de Gobierno a iniciativa del Gobernador Bernardo Reyes.
 
Una tragedia enlutó a Barrio San Luisito el 28 de agosto de 1909 al registrarse una gran inundación que destruyó gran parte de sus casas, las construidas sobre el lecho donde corrieron furiosas las aguas del Santa Catarina. Se contaron miles de muertos.
 
El barrio, popular y guadalupano, famoso por su Puente San Luisito, sería rebautizado un año después para celebrar el centenario del Grito de Dolores. Nacía la popular Colonia Independencia.
 
El resto es historia.