"La pasé muy bien, al final del día disfruté mucho esa época y edad, hice muchas tonterías, pero me llevé a toda la gente que tengo aquí”.
Risas, bromas, memorias e, incluso, lágrimas fueron la constante en la comida de reencuentro de la generación 1992, del Colegio Vista Hermosa, que se llevó a cabo en el patio principal de la institución educativa.
Los ahora adultos volvieron a las instalaciones del Colegio Vista Hermosa que los vio crecer para revivir algunos valiosos recuerdos que, a 30 años de distancia, continúan vívidos a través de la amistad y nostalgia que los acompaña hoy en día.
“Tuvimos la idea, en un comité, de hacer esta reunión en este mismo lugar para honrar la memoria de lo que pasó aquí, no queríamos hacerlo en un salón genérico e impersonal, sino justamente marcar el regreso al origen”, explicó Gabriel López Morton, uno de los organizadores.
“Es reconectar con nuestros seres más transparentes e inocentes, porque es al final de cuentas lo que somos; por más que nos volvamos complejos y sofisticados en la vida, regresamos a la esencia”.
"Después de 30 años, seguimos siendo amigos; unos nos casamos, divorciamos, somos compadres, pero, al final, amigos. Regresar al origen, trae todos los recuerdos del mundo”.
Uno de los instantes más emotivos de la tarde se dio al recordar a algunos de los que han fallecido; en particular, a Javier Fernández Cueto, quien perdió la vida el mismo día, antes de la cita y al que todos decidieron honrarlo en la comida con un feliz recuerdo.
Del total de 145 exalumnos que egresaron de aquella camada estudiantil del Colegio Vista Hermosa, más de 80 acudieron a esta convocatoria que se realizó por redes y WhatsApp, y la mayoría, como en los viejos tiempos, arribó en camiones escolares, ya para la ocasión se alquilaron tres autobuses que pasaron por ellos a diferentes puntos.
“Creo que la persona que soy hoy en día mucho se lo debo al Colegio Vista Hermosa, al aprendizaje que tuve aquí, a mi desarrollo tanto académico como personal, al cómo me relaciono con mis compañeros, amigos y hasta con quienes no lo son”, expresó el empresario restaurantero Gabriel Hamparzumián.
Previo a la comida, que incluyó un menú con variedad de mariscos, uno de los organizadores del reencuentro de la generación 1992 pasó lista de todos aquellos confirmados a la ocasión, para después proyectar un video de un torneo de futbol, en el que varios de los presentes se reconocieron a sí mismos y a sus viejas amistades.
+ Como en los viejos tiempos del Colegio Vista Hermosa
Para recordar su época estudiantil, los organizadores decidieron contratar tres camiones escolares de la misma institución, los cuales hicieron paradas en distintos puntos de la Ciudad para recoger a los invitados.
En un ir y venir de flashbacks, el Colegio Vista Hermosa pasó a convertirse en el sitio en el que renacieron entretenidas remembranzas que, aunque nada tenían que ver con el estudio, destacaban por lo valioso y divertido.
“La pasé sumamente bien, al final del día, disfruté mucho esa época y edad, hice muchas tonterías, pero me llevé conmigo a toda la gente que tengo aquí”, compartió el empresario Geoffrey Fernández.
Al finalizar el encuentro, algunos de los egresados de la generación 1992 del Colegio Vista Hermosa continuaron la celebración en un karaoke, mientras otros se despidieron con la ilusión de volver a repetir el concepto de la tarde en poco tiempo.
MÁS DE LA GENERACIÓN 92
