De acuerdo con las autoridades, los ladrones se acercan a la víctima y le mencionan que el chip de su tarjeta está sucio; luego le piden el plástico y simulan que lo están limpiando, pero en ese instante lo intercambian por otro y después se retiran. Mientras el usuario continúa haciendo uso del cajero, un cómplice, que ha permanecido en el lugar, observa cuando ingresa el NIP.