Ven nuevo indicador

Las aceleraciones en el subsuelo de la Ciudad, provocadas por un temblor, son el indicador que ahora debe monitorearse, sugirió el director del Instituto para la Seguridad de las Construcciones, Renato Berrón.

Personas salen a la calle durante el sismo del 19 de septiembre del 2022 Foto: Víctor Sánchez

El experto en seguridad estructural es una de las pocas autoridades en la Ciudad que, instantes después de las 13:05 del 19 de septiembre, recibió en su teléfono el reporte al respecto.

“El Gobierno de la Ciudad tiene una red acelerográfica, me llegó el registro de todas las estaciones y tuvimos como máxima 53″, comentó.

Ya no debemos preguntar por la magnitud del sismo, eso pasó a la historia, ahora lo que se debe tener presente es la aceleración del sismo"

El edificio de Dr Lucio fue uno de los más afectados por los simos del septiembre pasado

Unidades Gal

Las aceleraciones se reportan en unidades Gal, que miden la aceleración en centímetros por segundo al cuadrado.

“En el momento que supe que era 53, me vino calma, porque sabía que no nos iba a generar graves daños“, mencionó Berrón.

La Colonia Doctores es una de las más afectadas por los sismos Foto: Alejandro Mendoza

En el sismo del 19 de septiembre de 2017 la aceleración máxima fue de 160 unidades Gal o cm/s2, explicó en una presentación ante el Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México.

El Reglamento de Construcciones ordena renovar las constancias de seguridad estructural de los edificios nuevos y rehabilitados, después de una aceleración de 90.

2017, el año con mayor aceleración recientemente

– 87 estaciones de la Red Acelerográfica de CDMX miden la aceleración del suelo provocada por un sismo en los tres tipos de suelo: lacustre, de transición o de lomas.
– El 19 de septiembre de 2022, el sismo de las 13:05 horas registró una aceleración máxima de 53 centímetros sobre segundo al cuadrado.
– El 20 de septiembre de 2022, a las 1:07 de la madrugada se registró una aceleración máxima de 39.
– El 19 de septiembre de 2017, la aceleración más alta fue de 160, causante de daños y colapsos.
– El Reglamento de Construcciones ordena un protocolo de revisiones a partir de 90 cm/s2.