Necro olfatea los cimientos de una casa destrozada, se mueve ágil, rasga un poco la tierra y sigue oliendo: este agente canino apoya la búsqueda de una persona desaparecida bajo el alud que arrasó el pueblo de Las Tejerías, en Venezuela.

Vecinos llamaron a las autoridades tras percibir un mal olor en la zona, cuatro días después del aluvión del sábado 8 de octubre que dejó al menos 50 personas fallecidas y 50 desaparecidas, cuya sobrevivencia ha sido ya descartada.

Necro y su compañera Hades, ambos pastores belgas malinois y parte de la unidad K-9 del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses en Caracas, han logrado detectar unos seis cadáveres desde el fin de semana, cuando se reportó la tragedia.

Funcionarios caninos

Un operador de los servicios de rescate explica que “no los llaman perros“.

Son parte del equipo“, defiende.

Los agentes caninos trabajan entre 6 y 8 horas diarias, con un descanso promedio de 30 minutos entre cada visita que realizan, dependiendo también del recorrido.

Cada uno tiene su forma de avisar de que halló algo. Necro, por ejemplo, “rasga, rasga, rasga, se queda mirando a su operador, ladra y vuelve a rasgar”, explica el funcionario.

Olor humano

Estos agentes caninos, que ya han trabajado en operativos similares en otros estados del país, están entrenados para encontrar muertos. Protección Civil tiene otra unidad con perros especializados en encontrar personas vivas y que también han sido activados.

“¡Un perro para este lado!”, se escucha regularmente gritar a los vecinos cuando creen que pueda haber un cadáver.

"Detectan los rastros, el dióxido de carbono y adrenalina que degrada el ser humano en pleno síndrome del aplastamiento o en una situación adversa. Perciben el olor humano"
Alfredo Sosa
Sargento a cargo de la unidad canina de los bomberos del estado Aragua, en el que se encuentra Las Tejerías

Sosa trabaja con Amigo “desde cachorro”. Este pastor belga ha colaborado en la recuperación de cinco cuerpos, junto con Brenda, otra integrante de la unidad K-9, que se lesionó uno de los pulpejos de sus patas mientras realizaba una búsqueda y ahora se encuentra de reposo.

Sin suerte

Pese a su entrenamiento y experiencia, y a expensas de decepcionar a los locales, a veces los agentes caninos no logran encontrar cuerpos.

Pasan y repasan zonas, sin hallar una sola víctima.

Amigo llegó a una iglesia donde presuntamente había 16 personas al momento del deslave, pero tampoco apareció nada. Hades y Necro también revisaron el lugar sin éxito.

Cuando cae la tarde y termina la jornada, los operadores a veces cargan a sus perros que terminan agotados.

Hay que recuperarse, la búsqueda continúa.