Este 19 de octubre se cumplen 20 años sin el autor de imágenes icónicas que, para muchos críticos y colegas, es uno de los fundadores de la fotografía moderna a nivel mundial.
GENIO AUTODIDACTA
Nacido el 4 de febrero de 1902, en la Ciudad de México, Manuel Álvarez Bravo se convertiría en uno de los fotógrafos de mayor pulcritud técnica de su época a pesar de que no cursó estudios profesionales en la materia.
- De abuelo pintor y padre maestro, un jovencísimo Álvarez Bravo tuvo que abandonar la primaria a los 13 años para ayudar a su familia.
- Trabajó en una fábrica textil, donde conoció la realidad obrera que retrataría posteriormente en sus obras, y también en la Tesorería General de la Nación.
En 1924, a los 22 años, compró su primera cámara fotográfica, pero ya había aprendido los fundamentos de esta herramienta de manera autodidacta.
- Su primera etapa como fotógrafo está fuertemente influenciada por los estudios de pintura que realizó en la Academia de San Carlos.
- En 1928, su obra fue seleccionada para formar parte del Primer Salón Mexicano de la Fotografía.
- Después de la fotógrafa Tina Modotti, Álvarez Bravo se convirtió en el encargado de retratar las obras de los tres grandes muralistas mexicanos: José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros.
- A partir de este momento, adquiere una notoriedad que lo llevaría a convertirse en uno de los fotógrafos referenciales del siglo 20, con una obra que va desde la década de los 20 hasta bien entrados los años 90.
VANGUARDIA SURREALISTA
Algunas de las obras más emblemáticas de Manuel Álvarez Bravo son aquellas que reflejan su interés y conexión con el surrealismo.
- Este acercamiento al surrealismo ocurrió en 1938, cuando el fotógrafo mexicano conoció a André Breton en casa de Diego Rivera.
El entusiasmo por el fundador del surrealismo con la obra de Álvarez Bravo fue tal que incluyó obra suya en una exposición en la Galería Renou et Colle, de París, y en la muestra que organizó en 1940 en la Galería de Inés Amor.
"Todo lo poético mexicano ha sido puesto por él a nuestro alcance: allí donde Manuel Álvarez Bravo se ha detenido, donde se ha parado para fijar una luz, un signo, un silencio, es no solamente donde late el corazón de México, sino donde el artista ha podido presentir, con discernimiento único, el valor plenamente objetivo de su emoción."
André Breton, escritor francés, fundador y teórico del surrealismo
DIEZ IMPERDIBLES
Ondas de papel (CDMX, 1926)
Calabaza y caracol (CDMX, 1928)
El ensueño (CDMX, 1931)
Muchacha viendo pájaros (Cholula, Puebla, 1931)
La hija de los danzantes (Cholula, Puebla, 1933)
Parábola óptica (CDMX, década de los 30)
Los agachados (CDMX, 1934)
Obrero en huelga, asesinado (Tehuantepec, Oaxaca, 1934)
El umbral (México, 1941)
El trapo negro (CDMX, 1986)
A 20 AÑOS DE SU FALLECIMIENTO
Luego de una vida longeva, que terminó a los 100 años, Manuel Álvarez Bravo sigue siendo recordado en estas instituciones:
- Archivo Manuel Álvarez Bravo. Con negativos, publicaciones y documentos del artista; acervo gestionado por la Asociación Manuel Álvarez Bravo que, desde el 2017, fue inscrito en el programa Memoria del Mundo de la UNESCO.
- Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo (CFMAB). Fundado en 1996 por el artista Francisco Toledo en la ciudad de Oaxaca, el CFMAB es uno de los más importantes recintos para la fotografía a nivel nacional. Además de honrar a Álvarez Bravo con su nombre, tiene un acervo con 40 de sus fotografías más icónicas.
- Nueva exposición en el MAM. A 120 años de su nacimiento y 20 de su muerte, el “poeta de la lente” será recordado con una nueva exposición en el Museo de Arte Moderno: Manuel Álvarez Bravo. Vanguardia fotográfica. Abre sus puertas este 19 de octubre.
IMÁGENES: ©Archivo Manuel Álvarez Bravo SC