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El Museo Kaluz ocupa el edificio histórico del siglo 18 que antes fue el antiguo Hospicio de Santo Tomás de Villanueva, en la esquina de Av. Hidalgo y Paseo de la Reforma. La adaptación del inmueble como recinto cultural estuvo a cargo del arquitecto Francisco Pérez de Salazar y fue financiada por Antonio del Valle Ruiz, empresario mexicano, quien se ubica en el séptimo puesto en la lista de los más ricos del País, de acuerdo con la revista Forbes.
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Inaugurado en octubre de 2020 con la muestra México y los mexicanos en la Colección Kaluz, el recinto fue concebido para dar difusión a la colección de arte que el empresario reunió a largo de cinco décadas y que comprende unas mil 800 piezas.
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El acervo del Museo Kaluz está integrado en su mayoría por pinturas de importantes artistas, como José María Velasco, Joaquín Clausell, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Juan O’Gorman y Rufino Tamayo.
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El nombre del museo se deriva de la segunda y tercera sílabas de “Blanca Luz Perochena” (Kaluz), nombre de la esposa de Antonio Del Valle.
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Con la idea de que los residentes de los alrededores del museo tengan acceso a sus salas de exhibición, la entrada es gratis para quienes viven en la Colonia Guerrero y para el resto del público cuesta 60 pesos.
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El edificio del siglo 18 que alberga el Museo Kaluz fue originalmente una residencia para los misioneros católicos en su camino de España a Filipinas. El edificio, de acuerdo con su propietario, sirve como una forma de vincular la historia social de México, que se remonta a la época colonial, a su historia del arte. Antes de ser convertido en museo, el inmueble fue el Hotel de Cortés.
"Los frailes llegaron a México en un barco, tardaron tal vez tres meses, y caminaron desde Veracruz hasta la Ciudad de México. Se quedaron en ese edificio para esperar La Nao de la China, que venía a México sólo dos veces al año. La única forma de llegar a Filipinas en ese entonces era vía Acapulco y cruzando el Pacífico".
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La colección del Museo Kaluz cuenta con una importante representación de pintoras del siglo 20, entre las que destacan María Izquierdo, Mercedes Zamora, Olga Costa y Angelina Beloff.
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Parte de la vocación del recinto es ampliar la definición de “arte mexicano”, al abrirse a artistas que no nacieron en México, pero cuya estancia en el País marcó su obra, como la muralista de origen polaco Fanny Rabel o Eugenio Landesio, italiano que vino a México para iniciar el primer programa de pintura paisajista en la Academia de San Carlos.
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El Kaluz también busca reivindicar a artistas que fueron pasados por alto en su momento, pero que tienen gran relevancia para la historia del arte nacional, como Gerardo Murillo, “Dr. Atl” (1875 -1964), cuyos emotivos paisajes han sido reconsiderados como parte de las mejores pinturas del País.
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En la colección del Museo figuran 400 obras de artistas que se unieron al éxodo de intelectuales que emigraron a México durante la Guerra Civil Española. De hecho, para la fachada del inmueble el artista Vicente Rojo, hijo del exilio español, concibió un mural pétreo.
"Eso es lo interesante para el público, no sólo para el público mexicano, sino también para la gente que viene aquí como turista, que obtienes una muy buena visión de lo que ha sido México y cómo ha sido retratado a lo largo de la historia".
FUENTES: NYT News Service / Ray Mark Rinaldi — REFORMA. IMÁGENES: REFORMA — https://museokaluz.org