“Bolla” o “Bollita”, como le decían de cariño a Casilda Pizarro Corcuera, irradiaba alegría y gran personalidad con la que atrajo amistades, de las que creó nexos inquebrantables.
Si de apoyar a los demás se trataba, Casilda Pizarro Corcuera siempre buscó por ayudar al prójimo al ser colaboradora del Patronato de la Cruz Roja Mexicana.
La generosidad, el respeto, la empatía, honestidad y un gran amor por el prójimo permeó en los corazones de sus hijos, nueras, yerno y 11 nietos, Luis, Eduardo, Xavier, Casilda, Jerónimo, Javiera, Josefa, Sofía, Diego, Lucila y Alexandra. Descanse en paz.