En aquella tarde trágica para el futbol mexicano cuando Países Bajos eliminó al Tri, Ochoa hizo otra de sus espectaculares atajadas de ese Mundial.
En un tiro de esquina muy cerrado, el defensor neerlandés, Stefan de Vrij, logró rematar el esférico rumbo a la portería y, casi a quemarropa, Paco Memo alcanzó a lucir sus grandes reflejos para desviar el tiro y mandarlo hacia el poste.
Finalmente el atajadón no sirvió de mucho, pero quedará grabado como otra gran acción del meta mexiquense en Copas del Mundo.