Así como solemos elegir hacer más ejercicio, comer mejor o aprender un idioma nuevo como propósitos cuando va a comenzar un año, en el caso de la economía personal también podemos plantearnos diferentes tipos de objetivos con el fin de cuidar o gestionar mejor nuestras finanzas, así como para estar preparados en caso de tener que afrontar gastos imprevistos que podrían afectar a nuestra estabilidad financiera.

Antes de empezar a redactar tus propósitos, ten en cuenta que muchas veces los buenos deseos que tenemos al inicio de año se quedan en eso: deseos. Según expertos, esto es porque no hay planes definidos y se pierde el rastro de los logros y objetivos, por ello debes ser claro en lo que te propongas. 

A continuación te compartimos algunos ejemplos de metas financieras que puedes fijarte:

1. Automatizar los ahorros

La mejor manera de ahorrar, es hacerlo de forma automática. Asigna un monto mensual a tu propósito de Año Nuevo, ya sea para liquidar una deuda, comprar un auto, o simplemente para “tener un colchón”.

Actualmente, existen muchos bancos y/o plataformas que te ayudan a automatizar tus ahorros. Este método es de gran utilidad, ya que cuando menos te des cuenta, tendrás ahorrada una cantidad que probablemente, de otra manera, te hubiera costado más trabajo lograr.

Recuerda que para que realmente cumplas este propósito debes especificar “voy a ahorrar X porcentaje de mi sueldo cada X tiempo”.

2. Generar ingresos extra

Para mejorar la salud financiera no es requisito que todos los propósitos estén orientados a las restricciones o privaciones. También es posible establecer algunos que busquen generar ingresos adicionales para lograr el equilibrio con los gastos. 

Una buena idea podría ser acudir a las opciones que ofrecen las plataformas de economía colaborativa, por ejemplo. A través de diferentes aplicaciones es posible vender ropa, accesorios, electrodomésticos y aquellos otros artículos que ya no utilicemos y que podrían representar un dinero extra. 

La inversión es otra opción para cumplir con el propósito de generar ingresos adicionales. A través de acciones de distintas empresas, fondos de inversión, bonos o depósitos, entre otros productos, es posible obtener rentabilidad. La principal recomendación antes de invertir en uno u otro es asesorarse, pues la correcta elección depende de aspectos como el perfil del inversionista o el riesgo que se esté dispuesto a asumir.

3. Reducir nivel de endeudamiento

Tanto si has acumulado deudas en tarjetas de crédito, en tiendas departamentales, por algún financiamiento o incluso deudas con familiares, procura reducirlas al máximo durante 2023. La recomendación es que empieces pagando las deudas que te cobran más intereses e ir hacia abajo. 

Si liquidas tarjetas de crédito, lo mejor es que las canceles y te quedes sólo con una, así evitarás estar nuevamente en una situación apretada.

Cuando logres reducir tu deuda global o saldarla por completo, todo ese dinero que habrías destinado al pago de intereses se irá ahora a tu ahorro. 

4. Mejorar historial crediticio

Si has tenido atrasos en el pago de tus préstamos o servicios, es momento de ponerte al corriente. 

  • Haz una lista con los que te causen más problemas al momento de pagar y las causas, por ejemplo, si es por olvido o por una mala gestión de tus finanzas, y enfócate en resolverlo.
  • Ya sea que pongas recordatorios o automatices pagos, el objetivo será que no te vuelvas a retrasar.

5. Hacer aportaciones voluntarias al Afore

Con el objetivo de asegurar una mejor pensión, puedes hacer aportaciones voluntarias a tu Afore. Como su nombre lo dice, son voluntarias porque tú eliges cuánto destinar de tu sueldo con base en tu capacidad económica. 

De acuerdo con la Consar, “entre mayores y más frecuentes sean estas aportaciones, más rápido crecerá el ahorro acumulado y sumando además los rendimientos que genera su inversión, la pensión aumentará considerablemente”.

"El nivel de ahorro ideal para el retiro es entre un 14 y un 16% del salario bruto total del trabajador, es decir, calculado sobre el salario antes del pago del impuesto sobre la renta. Considerando que en la actualidad el ahorro obligatorio para el retiro es 6.5% del sueldo del trabajador -donde éste contribuye con 1.125% y el restante es aportado por su empresa en mayor medida y un menor porcentaje por el gobierno-, lo recomendable sería que los trabajadores ahorrasen adicionalmente por lo menos un 7% u 8% de su sueldo de forma voluntaria. De esta manera se lograría aumentar el monto estimado de la pensión hasta un 80% con respecto al último salario".

Para que no tengas pretextos, aquí te compartimos algunas formas en las que puedes hacer aportaciones voluntarias de forma fácil y rápida:

  1. Descuentos vía nómina. Solicita a tu patrón el descuento periódico de aportaciones de ahorro voluntario.
  2. Domiciliación a cuenta bancaria. Solicitándolo en el sitio web de la Consar o a través de un agente promotor.
  3. Depósito en ventanilla o transferencia a tu Afore desde el portal de tu banco.
  4. En tiendas de conveniencia como 7-Eleven, Círculo K, Telecomm y Extra se pueden realizar depósitos a la cuenta individual desde 50 pesos como mínimo, sólo necesitarás proporcionar tu CURP. 

6. Blindar tu patrimonio

Un buen plan financiero puede verse truncado si sucede un imprevisto. Por eso, considera la protección que te puede entregar un seguro para cada aspecto que deseas cuidar, por ejemplo, tu vida, tu casa, tu auto…

Informa a tus beneficiarios sobre estas contrataciones, especialmente para tus cuentas de jubilación y seguros de vida.

7. Crear un fondo de emergencias

En la vida siempre suceden cosas imprevistas. Por ejemplo: el auto se descompone y resulta ser una reparación mayor. Algún percance de salud que afecte nuestra rutina. Una fuga de gas en casa que se tiene que reparar de inmediato. Se rompe una tubería. O bien, perdemos el empleo porque la empresa realiza un súbito recorte de personal.

¿De qué tamaño debe ser?

Depende de cada situación particular, sin embargo, prácticamente todos los expertos coinciden en que sea de entre tres y seis meses de gasto (no de ingreso, sino del dinero que se gasta en la casa, en promedio, cada mes).

Por ejemplo, si al mes entre comida, transporte y renta gastas $7,000, lo ideal es que tu fondo de emergencia sea de $21,000 a $42,000. 

¿En dónde debes mantenerlo?

Al ser dinero para emergencias, debe tener liquidez inmediata, pero a su vez debe estar separado de la cuenta en la cual manejas tu dinero día a día, para que no puedas gastarlo. Idealmente debe generar rendimientos, pero con alta seguridad y sin sacrificar la liquidez.

8. Ser un comprador inteligente

En pocas palabras, es simplemente “pensar antes de comprar”,  pero en realidad el consumo inteligente tiene que ver con analizar a detalle nuestras decisiones antes de adquirir algo. Siempre hay que comparar calidad y precio; ser un consumidor inteligente no significa comprar siempre lo más barato, sino analizar cuál producto o servicio (en relación a su precio) nos va a ser más útil o a durar más tiempo. 

Serás un consumidor inteligente si:

  • Comparas precios en diversos establecimientos antes de comprar.
  • Piensas si verdaderamente vas a usar el artículo que vas a comprar.
  • Compras lo que consideras necesario. 
  • Cuidas las cosas que usas.
  • Ahorras en el consumo del agua, de la luz y del gas en tu hogar (servicios).
  • Compras con anticipación para fechas significativas como Navidad, Día de Reyes, Día de las Madres o el regreso a clases, entre otras.

9. Invertir en educación financiera

La educación financiera será esencial para tener unas finanzas sanas y tomar buenas decisiones en lo que respecta a tu dinero. Estas son algunas formas de mejorar tu cultura financiera:

  • Escucha podcasts sobre finanzas personales.
  • Suscríbete a un diario o revista sobre finanzas.
  • Compra libros sobre mejores prácticas financieras. 
  • Contrata los servicios de una asesoría financiera.
  • Sigue blogs sobre inversión, ahorro o administración.

10. Toma el riesgo y emprende

Para muchas personas su meta en la vida es lograr trabajar por cuenta propia, es decir, tener un negocio que le permita ganar dinero sin tener que trabajar para alguien más.

Cumplir esta meta financiera puede ser algo complicado al principio, pero si se tienen buenas ideas, y los conocimientos necesarios para emprender, es probable que lo puedas lograr en menos tiempo de lo que esperas.

Un primer paso es irte informando sobre los tràmites que debes realizar y los medios de financiamiento a los que puedes recurrir:

Fuentes: Condusef, Consar, Principal.

¡Síguenos en @reformanegocios!