¿QUÉ ES EL SÍNDROME DE LA PERSONA RÍGIDA?

El síndrome de la persona rígida es una condición neurológica autoinmune rara que afecta al sistema nervioso central y puede causar rigidez en todo el cuerpo y espasmos musculares dolorosos.

La causa exacta de la afección no está clara, pero “el sistema inmunológico está involucrado”, dijo Scott Newsome, director del Centro del Síndrome de la Persona Rígida en el sistema hospitalario Johns Hopkins Medicine.

El síndrome es difícil de diagnosticar, dijo Newsome, y puede pasar desapercibido.

En sí no es mortal, pero puede afectar significativamente la calidad de vida del paciente. Y al igual que muchas condiciones crónicas, las complicaciones asociadas pueden conducir a una esperanza de vida más corta.

¿QUIÉN CORRE RIESGO DE SUFRIR LA AFECCIÓN?

Cualquier persona a cualquier edad puede tener la afección, dijo Richard Nowak, profesor asistente de neurología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, pero es más común en personas de mediana edad, entre 30 y 60 años, y puede estar asociado con eventos altamente estresantes.

Como muchas otras condiciones inmunológicas, es más común en mujeres que en hombres, dijo Newsome.

Ciertas condiciones autoinmunes y cánceres han sido relacionadas con un ligero aumento en el riesgo de desarrollar el síndrome, dijo Tankha, incluyendo diabetes, tiroiditis, vitiligo, cáncer de mama, cáncer de tiroides, cáncer de pulmón y cáncer de colon.

Sin embargo, el riesgo sigue siendo bajo.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?

El síndrome de la persona rígida a menudo comienza con rigidez en el torso y el abdomen, que luego puede extenderse a las piernas, los brazos y la cara, dijo Tankha.

Al principio, esta disminución de la movilidad puede ser poco frecuente, pero con el tiempo puede volverse constante, hacer que las personas caminen ligeramente encorvadas o que pierdan la capacidad de caminar por completo. Las personas también pueden experimentar espasmos musculares dolorosos o dolor continuo.

La duración de los espasmos puede variar desde segundos hasta horas, dijo Tankha, y pueden ser tan graves que fracturan los huesos o derriban a los pacientes.

Los espasmos musculares pueden desencadenarse por una variedad de factores ambientales, como ruidos fuertes, temperaturas frías y estrés emocional, dijo Newsome.

La presencia del dolor crónico también puede llevar a algunos pacientes a desarrollar ansiedad, depresión y fobias a salir o probar nuevas actividades.

Los síntomas y su gravedad varían de persona a persona, afirmó Newsome. “Es una enfermedad individual”, dijo.

¿CÓMO SE TRATA EL SÍNDROME?

No existe una cura para el síndrome de la persona rígida, por lo que los médicos se enfocan en el control de los síntomas y el dolor.

El tratamiento para la afección suele ser un abanico de intervenciones con medicamentos y sin medicamentos, dijo Newsome.

La rigidez y los espasmos se pueden tratar con relajantes musculares e inyecciones de Botox. Los síntomas más graves se tratan con inmunoterapia e inmunosupresores, dijo Newsome.

Disminuir la respuesta inmunológica del cuerpo puede ayudar a aliviar los síntomas, dijo Senda Ajroud-Driss, profesora asociada de neurología en la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern.

En cuanto a tratamientos no farmacológicos, los pacientes pueden someterse a terapia cognitiva conductual y otra psicoterapia para ayudarlos a mitigar los desencadenantes emocionales que provocan los espasmos musculares, así como a desarrollar habilidades para vivir con una afección crónica.

Otros tipos de tratamientos, como la fisioterapia, la acuaterapia, la terapia de calor y la acupuntura, pueden brindar alivio a algunos pacientes.