Tristeza por haber perdido todo, especialmente los juguetes que Santa Clos le regaló, reflejaba el rostro de Jonathan, de 8 años, quien vivía con su familia en uno de los tejabanes que se incendiaron ayer en el sector Ampliación Riveras del Río, en Monterrey.
“A mi me trajo un carrito, no sobrevivió, era color rojo”, dijo el menor, mientras buscaba entre cenizas, esperando encontrar alguno de sus juguetes viejos.
El menor se salvó al salir corriendo de la mano de su madre y sus dos hermanas: Victoria, de 11 años, y Meredith, de 12, quienes tratando de contener el llanto recordaron que entre las pertenencias que se quemaron iban sus mochilas con sus útiles escolares.
“Se me quemaron los libros de la secundaria, están muy caros y ya no hay en la secundaria y se me quemó mi mochila, el uniforme”, contó Victoria.
Su papá, quien es albañil, lamentó que luego del esfuerzo que pusieron para comprarle regalos a sus hijos, se hubieran perdido en el incendio.
“Entristece, no lo esperábamos, ya el 24 (de diciembre) había pasado, se incendió todo: mochila, regalos, la ropa, de echo la ropa que le compramos también”.