Estrenada el jueves en cines, She Said (Ella Dijo) narra la investigación que hace cinco años reveló la otra cara del productor Harvey Weinstein e inauguró el #MeToo; expertos dan sus impresiones sobre la cinta, entre ellas que todas las mujeres, sobre todo las jóvenes, deben verla.

LA IMPORTANCIA DE CREERLES

PAOLA DEL REAL

Doctora en Estudios Humanísticos y directora de la licenciatura en Ciencias de la Información y Comunicación en UDEM.

María Schrader dirige esta película que te engancha y emociona, en donde narra de manera empática la situación de diversas mujeres, específicamente las que han vivido un abuso sexual.

Trae a la mesa una conversación que debe ser relevante no sólo cuando es un tema mediático, sino que es importante todos los días en la cotidianidad de los hogares, en donde el abuso se aprende desde niña y se normaliza el guardar silencio: “Calladita te ves más bonita” o “no hagas el problema más grande”.


La película debería ser vista por todas las mujeres, especialmente las jóvenes que aún no saben cómo lidiar con el mundo laboral, y reconocer el acoso sexual.


Entre los diálogos que comparten las víctimas, ellas dicen: “Todas teníamos miedo”, “pensaba que yo estaba mal al no querer darle un masaje”, “en la balanza de poder, yo valgo 0 y Harvey vale 10”.


Esta realidad sigue presente, pues aunque los tiempos “hayan cambiado”, las jóvenes siguen vulnerables.


Que las políticas estén mejorando no significa que la realidad social y laboral lo esté haciendo al mismo tiempo. Seguimos en un País machista en donde el hombre es “cabeza de familia” y la mujer debe darle su lugar y callarse si es necesario, y en donde en las familias no se habla de sexualidad.


La película se puede tomar como una herramienta para hablar del acoso sexual, del miedo, de la importancia de denunciarlo y, al mismo tiempo, de la importancia de creerles a las mujeres, escucharlas y darle valor a sus voces.

IDENTIFICA EL HOSTIGAMIENTO

KARLA URRIOLA

Experta en equidad de género, sexualidad y educación sexual, derechos humanos.

Ella Dijo es una película que nos invita a reflexionar qué es la violencia sexual, los contextos en los que ocurre y, sobre todo, el impacto en la vida de las mujeres que la padecen.

Aborda dos conceptos de la violencia sexual:

1) El acoso sexual, que es cuando se dan acercamientos sexuales, caricias, exhibición de partes del cuerpo sin consentimiento. Se da entre pares, es decir, entre conocidos, parejas, amigos.

2) El hostigamiento, el cual es la violencia sexual donde existe la jerarquía, en donde los acercamientos sexuales y las caricias vienen de la persona que tiene el poder de decidir, de cambiar el destino de la vida profesional y personal.

Más que señalar al villano de la historia, podemos identificar los patrones de conducta para ejercer la violencia sexual como son las repeticiones de la forma en que Harvey Weinstein abusaba de su jerarquía.


Las mujeres periodistas que tienen la valentía de luchar por las historias de las víctimas también son violentadas en el camino por romper con la normalización de esta violencia.

Observamos sus miedos, ansiedad. A esto se le conoce como violencia de segundo orden, la cual consiste en represalias, humillaciones y persecución para las personas que apoyan a las víctimas de violencia de género.

Celebro que la película nos muestre cómo es el pase de víctima a sobreviviente de violencia sexual, la que ha logrado resignificar su historia, puede hablar, escuchar y, aunque no le es fácil, sabe lo valioso de compartir su historia para lograr que otras mujeres no vuelvan a pasar por una situación similar.

'MÁS PELÍCULAS COMO ÉSTA'

MAXIMILIANO MAZA

Doctor en Estudios Humanísticos con especialidad en Comunicación y Estudios Culturales del Tec.

Ella Dijo (She Said, 2002) es la primera película que aborda el tema de los abusos sexuales en la industria cinematográfica, ámbito donde se viralizó el movimiento #MeToo que luego se extendió a otros entornos laborales y académicos.

El filme hace un esfuerzo notable por presentar los detalles de la investigación que reveló los crímenes sexuales cometidos por el poderoso productor de cine Harvey Weinstein y la poca o nula atención brindada a sus víctimas.

Considero que, al poner en el centro de la acción a las periodistas de The New York Times Megan Twohey y Jodi Kantor que reportaron los abusos del magnate cinematográfico, la estrategia narrativa de la directora Maria Schrader logra comunicar la complejidad de su trabajo de investigación.

En este sentido, Ella Dijo es un buen exponente dentro de la tradición de títulos como En Primera Plana (Spotlight, 2014) y Todos los Hombres del Presidente (All the President’s Men, 1976).

Sin embargo, este enfoque disminuye el tiempo en pantalla dedicado a representar a las víctimas y termina por provocar en el espectador un efecto de distanciamiento que puede impedirle visualizar por completo la enorme magnitud del impacto provocado por los crímenes sexuales de Weinstein en las vidas de las mujeres que los sufrieron.

Indudablemente, Ella Dijo es un primer paso en la dirección correcta, pero serán necesarias más películas como ésta para comunicar la importancia de estos temas a la audiencia.

'NO HAY QUE VER PARA CREER'

ANDREA MENCHACA

Periodista y maestra en comunicación.

La guionista Rebecca Lenkiewicz y la directora Maria Schrader visibilizan el problema del acoso sexual y la agresión sexual desmarcándose de la revictimización y del sensacionalismo.

Conscientemente, sus creadoras decidieron no mostrar escenas actuadas de los abusos como tampoco imágenes del perpetrador. No las necesitamos.

No hay que ver para creer, hay que escuchar lo que “ella dijo”. Basta el relato de estas mujeres que por años fueron orilladas a guardar silencio o que fueron ignoradas al hablar, y que sufrieron el trauma y las consecuencias de este abuso en múltiples formas.

La historia, basada en las memorias de Megan Twohey y Jodi Kantor, no solo visibiliza casos de acoso y abuso, sino la dificultad de denunciar en un mundo misógino. A través del trabajo de estas dos decididas periodistas podemos conocer lo difícil que es para las víctimas hablar abiertamente sobre lo que les sucedió.

No pude evitar pensar en todas esas personas que cuestionan, al escuchar una denuncia de abuso ocurrida años, incluso décadas: “Y, ¿por qué habla hasta ahora?”.

Hablar cuesta y en Ella Dijo podemos dimensionarlo.

También visibiliza otro grave problema: la facilidad con la que los hombres violentadores pueden cometer abusos sistemáticamente, sin obstáculos ni consecuencias, porque el patriarcado lo permite.

Este caso empujó el movimiento #MeToo, el cual le dio la enorme posibilidad a las víctimas de denunciar abiertamente.

Esta película nos sensibiliza a seguir escuchando, creyendo y apoyando a las víctimas que se han atrevido a decir lo que les sucedió.

Con información de Daniel Santiago