Filántropos se convirtieron en Reyes Magos para llenar de alegría a los pequeños de una localidad de bajos recursos, en los límites de las alcaldías Álvaro Obregón y Cuajimalpa.
Los niños son el futuro de nuestro País, por eso debemos nutrir su mente con muchísimo cariño y paciencia para cambiar nuestro entorno, así que me voy con el corazón lleno de amor”.
Estamos en San Bartolo Ameyalco, pueblo con una historia de siglos, pero con mucha vulnerabilidad y marginación, por eso necesitamos hacer bastante trabajo social aquí”.
Más de 100 niños y sus familiares se dieron cita en las ruinas del lienzo charro de la colonia para convivir con los Reyes Magos y cortar la tradicional rosca, reunión que aprovecharon los organizadores para conocer los problemas de los asistentes.
Me da gusto lo que hace mi hija, Susi, es una acción que me conmueve mucho porque veo a las criaturas contentas con sus juguetes, además del ejemplo que le da a mis nietos”.
Luego de una tarde junto a los Reyes Magos y de diálogo entre los habitantes y los activistas, antes del anochecer, las familias regresaron a casa con pelotas, muñecas y carritos.
Tradición familiar
Llegan los Reyes Magos a la casa de Anahí Orihuela