Si este tipo de juegos se practican en grupo, se puede desarrollar un espíritu de trabajo en equipo entre los estudiantes. Hay un elemento de colaboración y beneficio mutuo que se experimenta en esas dinámicas colectivas y que sirven para el desarrollo de habilidades no solo cognitivas, sino sociales, añade la psicóloga y también gestora cultural.
Una de las recomendaciones más importantes es que los juegos se implementen con un nivel de dificultad equiparable a la edad y grado escolar de los chicos. Además de practicarlo en la escuela, se sugiere que estas dinámicas también se practiquen en casa, como una manera de socializar, al margen de la televisión y los dispositivos electrónicos, porque refuerza los vínculos entre padres e hijos.