MEDIDAS PROACTIVAS

El nuevo consejo es un reconocimiento de que han fracasado los esfuerzos por desarrollar pruebas de detección temprana del cáncer de ovario y que las mujeres deben considerar medidas más proactivas.

Un gran ensayo clínico en Gran Bretaña encontró que las resoluciones y los análisis de sangre para la detección temprana del cáncer de ovario no encontraron el cáncer lo suficientemente temprano como para salvar vidas.

Se les ha dicho a las mujeres que presten atención a síntomas vagos, como inflamación, que podrían indicar que algo anda mal, pero los expertos dicen que no hay evidencia de que la vigilancia prevenga las muertes porque los síntomas generalmente ocurren más tarde en el curso de la enfermedad.

La Sociedad de Oncología Ginecológica, una organización de médicos que atienden los cánceres ginecológicos, ha respaldado la nueva campaña para hacer que las pruebas genéticas sean más accesibles y promover la extracción profiláctica de las trompas de Falopio en mujeres sin riesgos genéticos.

“Es considerado experimental”, dijo Stephanie Blank, presidenta de la sociedad. “Pero tiene sentido científico. La extracción de las trompas no es tan buena como la extracción de las trompas y los ovarios, pero es mejor que la detección, que no funciona”, dijo.

“Hay muchos datos sólidos detrás de lo que sugieren, que muestran que las tasas de incidencia de cáncer de ovario son menores en quienes se sometieron a esa cirugía”, dijo Bill Dahut, director científico de la Sociedad Estadounidense del Cáncer.

“Si miras la biología, tal vez deberíamos llamarlo cáncer de las trompas de Falopio y pensar en ello de manera diferente, porque ahí es donde comienza”, dijo.

ENFERMEDAD SIGILOSA

El cáncer de ovario ocupa el quinto lugar entre las muertes por cáncer entre las mujeres, de acuerdo con la Sociedad Estadounidense del Cáncer, y representa más muertes que cualquier otro cáncer del sistema reproductivo femenino.

Cada año, unas 19 mil 710 mujeres en Estados Unidos recibe un diagnóstico de cáncer de ovario y unas 13 mil mujeres mueren a causa de él.

La enfermedad es particularmente sigilosa y, como resultado, a menudo se diagnostica en una etapa muy avanzada. El cáncer de ovario es mucho menos común que el cáncer de mama, que se diagnostica en 264 mil mujeres y 2 mil 400 hombres cada año en EU, pero sus tasas de supervivencia son mucho menores.

En el caso de las mujeres con las mutaciones genéticas BRCA1 y BRCA2, los cirujanos generalmente extirpan los ovarios y las trompas de Falopio –entre los 35 y los 40 años en las mujeres con la mutación BRCA1 y entre los 40 y 45 años en las mujeres con la mutación BRCA2, dijo Blank.

Idealmente, las mujeres habrán terminado de tener hijos para entonces.

La práctica de extirpar las trompas de Falopio mientras una paciente ya se somete a otra cirugía pélvica se llama salpingectomía oportunista (o profiláctica).

Alguna vez fue rutinario extirpar los ovarios durante una histerectomía, porque al hacerlo se reducía el riesgo de cáncer de mama y casi se eliminaba el cáncer de ovario. Para las mujeres con alto riesgo, ésa sigue siendo la opción preferida.

“Como oncólogos, tenemos la vista puesta en curar el cáncer”, dijo Dianne Miller, ex dirigente de servicios de cáncer ginecológico en Columbia Británica. “Pero si hay algo que es absolutamente mejor que curar el cáncer, es no padecerlo en primer lugar”.

EN MÉXICO...

  • En el País se registran cerca de 5 mil casos anuales de cáncer de ovario.
  • Este cáncer es tres veces más letal que el de mama.
  • Es la tercera causa de mortalidad por neoplasias en las mujeres mexicanas.
  • Se presenta entre los 30 y 60 años de edad.
  • El 70% de los casos se diagnostica en etapas avanzadas, porque los síntomas (como distensión abdominal, dolor pélvico, urgencia urinaria, náuseas y vómito) se confunden con otros padecimientos.
  • Es recomendable que las mujeres mayores de 45 años se realicen un chequeo ginecológico una vez al año.
    Fuente: Secretaría de Salud, 2022.