Fortalecer los lazos de amistad es el principal motor de un grupo de hombres y mujeres que comparte el gusto por un coctel catalogado por la sociedad como sutil y elegante: el dry martini.
En los años 70, Felipe Ruiz de Velasco y Villafaña se reunió con varias amistades para disfrutar de una copa y, en 1998, junto a otros colegas, creó The Dry Martini Society, una asociación civil registrada, a la cual se accede sólo por invitación.
“La mayoría que entró hace 25 años a The Dry Martini Society, aún está, como Isaac Becker, quien es el más grande de todos, seguido de mí; todos nos alimentamos en estas convivencias porque nos respetamos y aceptamos a pesar de las diferencias”, contó el presidente de The Dry Martini Society.
“Desde mi punto de vista, es el trago más sofisticado y especial del mundo occidental. A diferencia de otras bebidas, éste sí necesita de un momento especial, de lo contrario, no se disfruta de la misma manera; además, también influye la actitud ante la vida que cada uno tiene”.
Este trago tiene una elegancia exclusiva, es sofisticado y parte de la cultura literaria y cinematográfica; hay artistas y personajes que popularizaron este coctel, como James Bond, con su famosa frase ‘shaken not stirred’”.
En esta ocasión, el anfitrión del encuentro de integrantes de The Dry Martini Society fue Eduardo Kohlmann, quien tiene una amplia colección de más de 600 copas para este drink, del cual se considera un fiel amante.
“Es muy bonito ver a los participantes, algunos del pasado, como Agustín Barrios Gómez, y del presente, porque pasamos un rato agradable”, dijo el banquetero.
+ El toque gourmet
Eduardo Kohlmann sorprendió a los asistentes con un menú especial de cuatro tiempos: fetuccini vongole, sorbete de nopal, New York con salsa de pimienta verde acompañado con puré de papa, espárragos y jitomate deshidratado, y, como postre, estrúdel de manzana y crema batida.
