El deporte debe mantenerse alejado de la política, reza uno de las frases que pregonan todos los involucrados en esa actividad recreativa y competitiva.
Sin embargo, el conflicto bélico que inició el 24 de febrero de 2022 entre Rusia y Ucrania, derivado de la situación geopolítica en la zon, propició que seleccionados nacionales de ambas naciones se pronunciaran al respecto, la mayoría condenando la intrusión rusa a territorio ucraniano.
Quizá pensando que el deporte es también una poderosa arma para propiciar la paz, muchos deportistas ucranianos y rusos levantaron la voz y otros, apelando a su nacionalismo e ideales, incluso se enlistaron en sus respectivas fuerzas armadas.
En casi todos los casos, las decisiones de medallistas olímpicos y mundiales de ambas naciones han sido cuestionadas.
A un año de la guerra a continuación se presentan las decisiones de algunos deportistas ucranianos y rusos que han generado polémica de cara a los Juegos Olímpicos de París 2024, pues por lo pronto la Alcadesa de la capital francesa se opone a la participación de la delegación rusa en la justa y se habla de que unos 40 países boicotearían los Juegos.